Los actos del Día de la Hispanidad reunieron un año más a
millones de ciudadanos en torno a los valores de la
libertad, la democracia y la igualdad, que sancionaron la
Constitución Española de 1978, y los colores rojigualdos de
la bandera nacional.
Como es tradición, los Reyes presidieron el desfile militar
del Día de la Fiesta Nacional celebrados en el paseo de la
Castellana, en Madrid. Por segundo año consecutivo, la
bandera de Estados Unidos volvió a desfilar como país
anfitrión de la ONU y las protestas lanzadas al presidente
del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, completaron la
tónica que viene siendo habitual en los últimos años.
Los Príncipes de Asturias y los Duques de Lugo y de Palma de
Mallorca, acompañaron a sus Majestades durante el desarrollo
del desfile.
El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan José
Vivas Lara, estuvo presente en las tribunas de autoridades,
junto al resto de responsables autonómicos, salvo el
lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el de Murcia, Ramón Luis
Valcárcel. También todos los ministros, menos la de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, y altos representantes del Poder
Judicial y de la cúpula militar.
En línea con el espíritu que marca esta tradicional
festividad, Vivas calificó de “solemnes, emocionantes y
oportunos” los actos celebrados en el marco del Día de la
Hispanidad. Para el presidente el verdadera valor de la
Fiesta Nacional reside en “homenajear a símbolos tan
fundamentales como la Corona, la bandera, el Ejército, la
Jefatura del Estado y, en última instancia, poner de relieve
la categoría de España como nación y el amor a la Patria;
hechos que no deben acomplejar a nadie”.
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