Muchos de los políticos u lo que
sean, que tampoco hay que pasarse, han hecho de la política
su profesión y, por tanto, su medio de vida. Es lógico,
desde cualquier punto de vista, que se entreguen en cuerpo y
alma a defender su pan porque si, un día, dejan de ser
políticos u lo que sean, de qué van a vivir.
Han sido muchos, desde la llegada de la democracia, los que
encontraron un lugar en la misma que les reportaban unos
beneficios más que suficientes para vivir de aquí te quiero
ver, Y a ver quién es el guapo, qué se atreve a bajarles del
carro de la sopa boba.
Por eso nada debe extrañar que, algunos de ellos, digan las
mayores chorradas del mundo porque, al decirlas, saben que
seguirán viviendo de la política, gracias a todos aquellos
qué necesitan que alguien diga esas chorradas.
Ahí tienen el caso de Carod Rovira. Algunos de ustedes creen
qué si deja de decir lo que dice, para contentar a todos
esos seguidores suyos, iba a seguir siendo político y
viviendo de la política ganando una pasta gansa. Seguro que
no. ¿Dé qué iba a vivir este “genio” de la política si
dejase la misma?. Así que a decir chorradas y más chorradas
que, como dice la frase, “es justo y necesario”. Sobre todo
necesario para seguir disfrutando de un suculento sueldo por
trabajar menos que la cinta transportadora de equipaje de la
Estación Marítima.
Dejando a un lado la chorrada hecha por el Carod, cuando se
colocó la corona de espina sobre su pedazo de cabeza y otras
simplezas dignas de este “genio” de la política. Ahora, a
mejor cosa que hacer, en el supuesto de que sea capaz de
hacer algo de provecho en favor de Cataluña, que no sea
decir las chorradas correspondientes para seguir contando
con la clientela que le permita seguir viviendo del cuento
ha soltado la penúltima de sus “perlas” en un reportaje
emitido por la televisión pública alemana alegando que los
escritores en castellanos han sido excluidos de la
representación oficial catalana de la Feria de Francfort por
la misma razón que sí “la cultura alemana fuera invitada a
la feria del libro tampoco permitirían que fueran autores
alemanes que escribieran en turco”. ¿Se puede ser más
inútil?. Imposible.
En un alarde de intelectualidad, sólo posible en esta
lumbrera de la política catalana, este personajillo
justifica la marginación del castellano alegando que
“Cataluña ya ha sufrido durante cuarenta años en la
dictadura de Franco un intento de genocidio cultural”. Con
esta frase, dicha por este “genio” sin par de la
intelectualidad catalana, además de insultar la inteligencia
de los propios catalanes, queda reflejado su nivel cultural,
al argumentar “el genocidio cultural de Franco”. ¿Qué quiere
decir el Carod que como la dictadura persiguió a los que
hablaban en catalán, ellos quieren cometer otro “genocidio”
con la cultura española?.
Este hombre, suelta unas “perlas” cada vez que abre su
boquita de piñón que nos deja pensando cómo le va a Cataluña
con personajillos de esa gran “intelectualidad”. Pues nada,
“genio entre los genios” de los intelectuales catalanes,
hasta la próxima.
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