Nawal Amar y Nahid Mohamed, las dos niñas musulmanas que
cursaban con normalidad tercer y cuarto curso de Enseñanza
Secundaria Obligatoria en el colegio privado concertado
‘Severo Ochoa’ hasta el lunes de la semana pasada, cuando
dejaron de ser admitidas con velo al entrar en vigor el
nuevo ‘Reglamento de convivencia’ del centro, volvieron ayer
“tristes” y “abrumadas” pero cubiertas con su ‘hiyab’ a
clase.
Rodeadas de periodistas y acompañadas por sus familias ambas
reconocieron estar “sorprendidas” por el eco mediático que
ha alcanzado su caso desde el martes, cuando se conoció su
situación académica, y dijeron haber recibido un apoyo
“desigual” entre sus compañeros, de los que más del 80%
comparten su confesión islámica.
A su lado, el presidente de la Unión de Comunidades
Islámicas de Ceuta (UCIDCE), Laarbi Maateis (en quien sus
progenitores delegaron la semana pasada todas las
actuaciones que considerara oportuno adoptar para lograr su
vuelta a las aulas con velo) se felicitó por la “rápida”
decisión de la Dirección Provincial del Ministerio de
Educación para “obligar”, según algunos, y “aconsejar”,
según la Dirección del colegio, a su Consejo Escolar a
admitir a las dos niñas cubiertas con el tradicional ‘hiyab’.
La directora del colegio, María del Mar Sánchez, reiteró lo
que ya había manifestado el martes, cuando se conoció la
postura que adoptaría el MEC: “Respeto” hacia su decisión y
paciencia hasta que se resuelva el expediente informativo
remitido a Madrid, momento en el que el Consejo Escolar
decidirá si recurre contra la opinión del Ministerio para
mantener sus normas internas aprobadas por unanimidad el 28
de septiembre o no.
El director provincial del MEC, Juan José León Molina, se
congratuló por la vuelta a clase de las niñas, que a su
juicio devuelve a la legalidad primando el Derecho a la
Educación y a la Libertad Religiosa una situación que estaba
“fuera de la Constitución”, norma que según su parecer debe
primar sobre el reglamento interno del ‘Severo Ochoa’ al ser
este un colegio concertado y no simplemente privado,
situación en la que no hubiera sido posible la intervención
del Ministerio.
|