Cada uno con un cartel colgado del pecho con los nombres y
números de expediente de todos y cada uno de los inmigrantes
procedentes de Bangladesh que hace dos meses abandonaron el
CETI por temor a ser deportados alrededor de 40 personas se
concentraron ayer ante el Senado para exigir al Gobierno
“una oportunidad” para todos ellos.
Unas cuarenta personas procedentes de distintos colectivos y
asociaciones vecinales se concentraron ayer a las 10.00
horas ante las puertas del Senado para pedir “una
oportunidad” para los 37 ciudadanos bengalíes “que
permanecen en condiciones infrahumanas en un campamento
clandestino levantado en las inmediaciones del Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta”.
La protesta, que se desarrolló de forma pacífica y sin
altercados bajo vigilancia policial, fue el contexto elegido
por los organizadores de la misma, ligados en su mayoría a
la red ‘Ferrocarril Clandestino’ para registrar en el Senado
un manifiesto en el que se describe la situación
“infrahumana” de estos inmigrantes que, tras dos años y
medio en el CETI y ante la incertidumbre en torno a su
deportación, decidieron huir a los bosques más próximos hace
dos meses. Allí malviven 37 de ellos después de que uno
fuese deportado recientemente durmiendo al raso, sin agua
corriente ni potable cercana y sin más alimentos que los que
los vecinos de las inmediaciones les donan.
La red ‘Ferrocarril Clandestino’ ya entregó más de 4.000
firmas el pasado 24 de septiembre en el Registro del
Ministerio de Interior, con cuyo director de Relaciones
Institucionales mantienen pendiente una promesa de reunión.
A su se de volvieron, una vez terminada la concentración,
para entregar también su manifiesto antes de dirigirse a La
Moncloa para hacer lo propio y dejar patente su descontento
con el trato que recibe un colectivo procedente de “un
Estado que se dice democrático”.
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