Los alardes nuestros fue un derivado en su tiempo de lo que
dio
pie a los Escritos Caballas, algo así como el esplendor en
la tierra, yo era un joven que empezaba a dar rienda suelta
a mi duende, a esos sentimientos que eran con el fondo de
Ceuta como testigo.
Un marinero que tenia a la Virgen de África en el fondo del
Lepanto los recuerdos de Ceuta en mitad del año 2000 y sin
tener Pista de Atletismo, suspirando por un Hospital en
condiciones y sin que haya un Teatro como Dios Manda , como
un visionario ya lo contaba en esos primeros artículos, los
mecíos a la Virgen del Carmen yo que fui tu marinero le daba
escolta mirando la Bahía. Ceuta ya está domesticada éramos
bravos y furibundos en esos autocares de la Autonomía, hoy
se celebra nuestro día repartiendo Medallas, mientras hay
una cola que la merecen.
Ceuta Perla que es mi ciudad, Ceuta en el Estrecho
embarrancada que bella está, Ceuta rodeada de cartones en la
Frontera, Ceuta que tiene su hermosa Costa Norte, que siento
el miedo de las persecuciones en esa vía de Benzú hasta la
ciudad antigua, Ceuta que es estrangulada en las hora punta
y venga boquete, obra y excavaciones siempre este caballa
acabará encallado en la arena, jadeando y cansado en sus
aguas así se sumergía porque desde chiquito había venido y
bañarse en la Ribera.
También me he tenido que ceñir a meter en muchas letras la
denuncia a tantos sucesos de tantos sinvergüenzas y
trincones y he sufrido la censura al antojo de alguien que
ni me miraba ni levantaba la cabeza.
Vienen estos recuerdos y estas vivencias porque no siempre
hubo que escribir a la bahía y sus gaviotas y sus golpes de
mar, que también hubo alambradas con muertos, paquetes
turísticos y manifestaciones con escaparates rotos, yo
también escribí a eso, no solo era poeta, en tres meses
gracias al Editor y equipo de EL PUEBLO DE CEUTA agradecen
mi modesta opinión en unas columnas, y hemos hablado,
compartido tareas más que en mis diecisiete años fuera de
esta Casa, sin olvidar que el EDITOR de El Pueblo me saluda
en Alfonso Murube se para y me da la mano el equipo de
trabajo me invita a un teclado en un ordenador impresionante
a darle forma a mis letras, como es posible que el otro me
viera y saliera corriendo cada vez que me veía, pensando que
en publico iba a pedirle algo cuando simplemente que
sencillo es verte todos los días sin llamar por teléfono
¿que pesado era verdad? si me iban a poner un articulo y
llenarme el estomago dos veces al año con fiestas de postín,
cada vez que escribo doy a las teclas y parece que un diablo
me habíais convertido, y vaya donde vaya siempre estarán
saliendo los ESCRITOS CABALLAS.
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