Somos los bachilleres de siempre (1942-49), que nos reunimos
todos los años en diferentes puntos de nuestra geografía,
esta vez en Castilla y León y como sede la ciudad de
Salamanca, visitando nueve días las capitales de provincias
de Zamora y Valladolis y algunas de las ciudades de ellas
como Béjar, Ciudad Rodrigo, Vitigudino, Ledesma, La Alberca,
Toro.
Junto a Vitigudino se encuentra las Arribes del Duero cuyo
recorrido hicimos en catamarán por el citado río (lugar de
frontera entre España y Portugal) con un paisaje con
cortados de 400 metros y con microclima que hace posible la
vida de diferentes plantas y nidos de animales como el
águila.
No os voy a abrumar con todos los monumentos que
contemplamos. Relataré algunos que no me atrevo a destacar
de los que omito, ya que todos son imponentes arquitecturas.
Empezamos con Salamanca, declarada Patrimonio de la
Humanidad siendo un auténtico museo al aire libre,
destacando la Plaza Mayor, sus dos catedrales, el Punete
Romanno sobre el rio Tormes, la Casa de las Conchas situadas
frente la Clerecía, y por terminar el museo Catedralicio y
la Universidad.
En Ciudad Rodrigo, por destacar algunas de sus ciudades,
tenemos su fortificación, el Fuerte de Aldea del Obispo.
Discurriendo hacia la sierra con el Monasterio de a Caridad
y el de la Peña de Francia. En la ‘carretera’ hacia este
monasterio de elevada calidad paisajística.
Ya en Zamora nos ecnontramos con el rio Duero y su puente
romano de piedra y la célebra figura de Viriato, lamada el
museo vivo del románico, considerada la capital del románico
en Castilla y León, y el lugar de Europa con más monumentos
románicos por metro cuadrado. Es una capital en cuya
ocupación predomina el sector servicio para la atención
turística. Entre los monumentos destacaremos la Catedral del
siglo XII, románica con cimborrio estilo bizantino que
corona su crucero.
En su interior destaca la extraordinaria sillería del coro
realizada por Juan de Bruselas. El parque del Castillo
rodeado por un foso profundo, con numerosas vistas de las
orillas del rio Duero. La iglesia de Santa María la Nueva,
víctima de un incendio en el llamado motín de la Trucha de
1158 que enfrentó a nobles y plebeyos en torno al mercado
reconstruido más tarde con el mismo estilo románico, el
ábside y el muro meridional primitivos.
Una ciudad con numerosas iglesias. El Palacio de los Momos
es el actual palacio de Justicia del siglo XVI con fachada
labrada en gótico florido.
La Ciudad de Toro que pertenece a Zamora, en su entrada se
encuentra la estatua de un toro de piedra, de la cual se
piensa el nombre de la ciudad. Del siglo X visitamos el
Alcázar, sienndo consttruido por el Infante D. García; en su
interior se dieron hechos históricos como la alevosa muerte
del infante Don Juan el tuerto. También fue el último
refugio de Juana la Beltraneja, aquí pierde su corona frente
a su tía Isabel la Católica. Esta pequeña ciudad reune
numerosos monasterios y ermitas destacando el monasterio de
Santa Clara que fue fundado por doña Berenguela, primogénita
del rey Alfonso X el Sabio. En la colegiata de Santa María
la Mayor del siglo XII destaca la imagen de la virgen
embarazada y el órgano barroco.
Por último Valladolid. Tuvimos mala suerte ya que los lunes
cierran la mayoría de los monumentos. Todos los bachilleres
la conocíamos de anteriores visitas familiares. Recordando
que los visitantes se pasean entre un amplio muestrario de
todos los estilos artísticos. La torre románica y los
abovedamientos y contrafuertes de la Iglesia de la Antigua
perteneciente al apogeo medieval. Sus fachadas de palacios y
conventos de los XVI y XVII son renacentistas. Esta capital
fue varias veces sede de la Corte y capital del Reino de
España. Un referente turístico obligado es el Museo Nacional
de Escultura.
La gastronomía en todas las capitales y ciudades, hemos
comprobado un amplio repertorio de asados y guisos, por
citar uno y que está por encima de todos con fama
internacional. Está el lechazo asado; los demás platos
podréis adivinarlos que no os equivocareis. No os olvideis
de la repostería.
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