El gaditano Javi Navarro estuvo involucrado en la jugada
clave del partido ante el Puertollano cuando, cerca del
descanso, recibió un codazo de Amores que significó la
expulsión de este y el penalti con que se adelantaron los
caballas. Una acción, muy protestada por los locales, que
sirvió para decantar la balanza del lado blanco cuando peor
lo estaban pasando a raiz de jugar con un hombre menos por
la expulsión del brasileño Sandro.
Preguntado por la jugada en cuestión el jugador ceutí
asegura de forma contundente que “claro que fue penalti”.
Una pena máxima que, como explica, “fue uno de esos
penalties que no se pitan”. Al respecto precisa que “me dio
un codazo en la cara”, que tampoco fue el único, ya que se
trató de “uno de los muchos que me dieron” a lo largo de los
noventa minutos.
A pesar de todo “creo que me dio sin querer, por lo que no
creo que fuera para expulsión”. La cuestión es que las
fuerzas se equilibraron porque “si el árbitro entiende que
es agresión es lógico que lo expulse”.
“Caímos en el mismo error”
En cuanto al desenlace final, y al reparto de puntos, Javi
Navarro reconoce que “fuimos un poco ingenuos” al no saber
administrar la renta de un gol. Lo cierto es que “volvimos a
caer en el mismo error de no saber administrar la ventaja”.
Una situación que no fue nueva porque “nos pasó lo mismo que
en Baza”.
En el segundo periodo reconoce que “es verdad que bajamos”
el ritmo de juego. Analizando las razones puede ser que
fuera “por jugar diez contra diez”, o por hacerlo “en un
tipo de campo como el de Puertollano o el de Baza en el que
nos afecta” y se resiente un estilo ofensivo que baja
enteros. Una realidad que para cambiarla, el gaditano
apuesta porque “hay que ser más incisivos”.
Aún así, el máximo goleador de la temporada pasada en las
filas ceutíes, comenta que gracias al punto sumado en el
Sánchez Menor, “seguimos terceros”. Por lo que ahora hay que
pensar en derrotar al Écija para continuar arriba y “en casa
tenemos que seguir con la buena racha para hacer bueno el
punto”.
Hasta la fecha, en siete partidos, todavía no ha sido capaz
de inaugurar su casillero. Una circunstancia por la que
comenta que “estoy teniendo mala suerte”. Como recuerda, “el
año pasado entraban y este no están entrando”. Pero es algo
que “no me obsesiona pero si me preocupa”. Para ello asegura
que “cuando entre la primera cambiará la historia”. Aunque
lo importante es “que gane el equipo”.
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