El período de descanso de cada niño varía según su
organismo. Cada persona tiene su propio reloj biológico que
regula sus periódos de sueño, y que se pone en marcha nada
más nacer.
Es una cuestión de carácter individual. Y dependerá de
factores diversos, como su edad, actividades que realice
durante el día, hábitos aprendidos, estado de salud en cada
momento determinado, y el ambiente en el que vive.
Sin embargo, se puede hablar de forma general sobre las
horas de sueño que se consideran necesarias para el normal
desarrollo de los niños y bebés. Así:
-Los recién nacidos, por ejemplo, necesitan de 16 a 20 horas
de sueño diario.
-Los bebés de 3 meses de edad duermen alrededor de 14 a 15
horas diarias.
-A los 6 meses de vida, los bebés requieren unas 14 horas al
día de sueño, repartidas en 10-12 horas por la noche y 2-4
durante el día. A esta edad, si el niño ha sido bien
acostumbrado, podrá dormir toda la noche de un tirón.
-Los bebés de 12 meses de edad, duermen de 13 a 14 horas
diarias, siendo la siesta de 1-2 horas.
-Los niños de 2 años duermen entre 12 y 13 horas, con 1 hora
de siesta.
-Los niños, a los 3 años de edad, necesitan dormir de 10 a
12 horas diarias.
-Los niños de entre 4 y 6 años necesitarán de 9 a 10 horas
diarias de sueño.
-Los escolares de 6 a 8 años de edad deben dormir de 8 a 9
horas cada día.
Los escolares a partir de 9-10 años necesitarán dormir un
mínimo de 8 horas al día, lo que deberá mantenerse hasta
llegar a la edad adulta.
Para saber si un niño en concreto duerme lo necesario para
su normal desarrollo, los padres deben prestar atención a la
calidad de su sueño (si es un sueño tranquilo, relajado y
profundo del que despiertan sonrientes, o por el contrario
es un sueño inquieto, poco relajante, del que se despiertan
con el mínimo estímulo o de mal humor), y a los SÍNTOMAS que
el niño puede presentar durante el día. Concretamente, se
recomienda a los padres que estén atentos a si su hijo:
-Se levanta frecuentemente con dolor de cabeza
-Le cuesta mucho despertar y quiere seguir durmiendo a toda
costa
-Le cuesta demasiado espabilarse
-Presenta somnolencia durante el día (bosteza a menudo)
-Se queda dormido a veces en classe o durante trayectos
cortos en coche, autobús, etc.
-Presentas problemas de atención y/o de conducta en el
colegio
Si el niño presentara estos síntomas y además se mostrara
más nervioso e irritable de lo normal, eso significaría que
muy probablemente sus horas de sueño son insuficientes para
él o bien, que padece algún trastorno del sueño que impide
que éste sea lo suficientemente reparador. En este último
caso, se recomienda a los padres que acudan a su Pediatra
para realizar una valoración diagnóstica y solicitar, si
fuera preciso, una interconsulta con el especialista
adecuado.
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