Pregunta.- ¿Aborda usted en su conferencia todo el
periodo de las Transmisiones en el Protectorado de
Marruecos?
Respuesta.- No. La época completa del las Transmisiones en
Marruecos fue desde 1913 hasta 1956 y mi conferencia está
centrada en la etapa comprendida entre 1913 y 1936 porque,
de lo contrario, se extendería demasiado. Durante la misma,
trato sobre cómo estaban organizadas las unidades de
Transmisiones en esa época, las campañas que se produjeron y
el material de Transmisiones que se empleó en aquel
entonces.
P.- ¿Ha dedicado usted totalmente su carrera militar a las
Transmisiones?
R.- Sí. Soy natural de Madrid y durante toda mi vida, desde
teniente hasta coronel, he estado en destinos de
Transmisiones. Entre ellos se encuentra la Casa Militar del
Caudillo, que ahora es la denominada Guardia Real, en el
Pardo; estuve 15 años como profesor de Electrónica y
Sistemas en la Academia de Ingenieros, en Madrid, y también
en la Inspección del Arma de Ingenieros. Finalmente, estuve
seis años como jefe de Transmisiones del Cuerpo de la
Guardia Civil. A mi regreso, ofreceré una conferencia en
Guadalajara y otra en Madrid sobre aeroestación, que es otro
tema que la gente, en general, no conoce porque el Ejército
del Aire es hijo directo del Arma de Ingenieros.
P.- ¿Qué hay de novedoso en su exposición?
R.- Realmente, creo que en la ponencia hay gran cantidad de
novedades pero, personalmente, soy de la opinión de que nada
se inventa, sino que todo lo que ocurre ya está inventado.
Por ejemplo, una de las novedades con las que el público se
encuentra y que ha sorprendido a la ciudadanía ceutí es que
fue en la campaña de Ceuta cuando se realizó el primer
bombardeo aéreo del mundo. Ese hecho constituye una gran
novedad.
P.- ¿Qué otra novedad presenta Ceuta en lo relativo a las
Transmisiones?
R.- Otra novedad que presenta esta ciudad es que fue aquí
cuando se utilizaron por primera vez en campaña las
estaciones radiotelegráficas. Además, en referencia a la
táctica de Transmisiones, sus responsables se dieron cuenta
en Ceuta, en la campaña de 1913, de que hacía falta un
director de comunicaciones. Hoy en día, en todas las
unidades militares hay un jefe de Transmisiones. Ésto no se
ha inventado ahora, sino que ya lo estaba en el pasado.
P.- ¿Existe mucha documentación sobre esta materia?
R.- No. Precisamente, la elaboración de esta charla ha sido
muy dificultosa porque no hay documentos suficientes al
alcance ni mucho material sobre esta época para poder
investigar. Hemos tenido que buscar bastante para poder
recopilar la información.
P.- ¿Por qué es tan importante la labor del Batallón de
Transmisiones?
R.- Los informes de aquella época decían que el enlace entre
dos unidades militares en campaña es como el alma del
Ejército y las Transmisiones son su sistema nervioso. Es
decir, en aquel entonces así lo concebían y hoy en día, y no
es porque haya desarrollado mi carrera en esa unidad, creo
que las Transmisiones son fundamentales. Es algo que podemos
comprobar con los avances tecnológicos como Internet o los
satélites y todo ello, traspasado al campo de batalla,
resulta de vital importancia.
P.- Eso demuestra que el Ejército siempre va por delante...
R.- Evidentemente, el Ejército está siempre a la última.
Hace diez años que no estoy en activo pero, por los
contactos que tengo con gente que todavía lo está y por lo
que leo, el Ejército actual está en un nivel muy elevado;
sobre todo, el Regimiento de Transmisiones que está en
Bétera, Valencia.
P.- Su conferencia está basada en gran medida en la imagen.
¿Por qué?
R.- En total, son más de 80 las diapositivas que proyecto
porque eso provoca que la gente se distraiga. En esta
ocasión, el dicho es muy acertado: una imagen vale más que
mil palabras. Creo que las transparencias son variadas y que
solo con verlas puede resultar divertido. Lo cierto es que
el tema de las Transmisiones no es fácil y a mucha gente le
puede parecer aburrido. Lo que procuro hacer es amenizar la
ponencia lo máximo posible, saltando de un tema a otro, para
que los asistentes no se aburran y presten más atención.
También hay muchas fotografías que son inéditas porque
pertenecen al Fondo Fotográfico del Instituto de Historia y
Cultura Militar.
P.- Además, incluye usted material personal...
R.- Sí. Una de las cuestiones que más ha gustado a los
ceutíes es que por primera vez unos ojos que no son los míos
han visto el plano que se hizo en el año 1925 para el
desembarco de Alhucemas. Puedo asegurar que ese plano no lo
ha visto nadie y eso sí que representa una auténtica
novedad.
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