Los presupuestos generales son para cualquier gobierno, la
expresión de su verdadera voluntad política, más allá de
compromisos electorales o discursos grandilocuentes. Y cada
año, todos los gobiernos tienen que pasar esa prueba de
fuego, que define perfectamente lo que quieren hacer, dónde
y cómo quieren invertir los recursos públicos.
Es cierto, que
llegado ese momento cada año, el gobierno y la oposición se
enzarzan en un arduo debate de difícil comprensión para el
conjunto de los ciudadanos, que finalmente sólo perciben
mensajes más bien ramplones: aquello de, según el gobierno,
que estos son los mejores presupuestos y, lo otro de, según
la oposición, que son nefastos.
Y ¿cómo son los
presupuestos generales que prepara el gobierno de Rodríguez
Zapatero para el año 2008, en lo que afectan a nuestra
ciudad?. Según García Arreciado, nuestro delegado del
gobierno, magníficos, de nota. Según Fernández Cucurull,
nuestro senador, un fiasco, una nueva tomadura de pelo.
Yo no voy a entrar
en profundidad a comparar cifras, que no es mal método este,
sino más bien intentaré comparar atenciones a problemas de
fondo y voy a empezar desde el principio, como han hecho
otros, que tan buen resultado parece que al final les ha
dado.
Deuda histórica:
Cosa que reclama todo el mundo. Pero ¿qué es realmente eso?.
Ha venido en definirse como la cantidad de dinero que el
Estado dejó de invertir en un determinado territorio, para
mejorar servicios, crear infraestructuras, dotaciones y todo
aquello que sirviera al desarrollo económico de esa zona. O
sea: autovías, ferrocarriles, hospitales, universidades,
puertos, aeropuertos, viviendas públicas, nuevas
tecnologías, red eléctrica y un sin fin de cosas más, cosas
que sin duda, colocan a quien dispone de ellas en el ámbito
de la modernidad y de la capacidad de generar riqueza.
Y la pregunta que
ha continuación procede es bien sencilla: ¿Tiene, visto así,
el Estado una deuda histórica con Ceuta?.
Parece más que
evidente, deuda que tiene que ir saldándose con una fuerte
inversión sostenida a lo largo de un buen número de años, so
pena de permitir que Ceuta quede atrasada en relación con
otros territorios de España, que se quede sin subirse al
tren de la modernidad, observando como se potencia el
desarrollo del norte y también del sur, mirando un poco
desorientada a ver que pasa.
Son muchas las
inversiones que Ceuta necesita ya, urgentes, que no pueden
demorarse mucho si quiere estar en primera fila:
Universidad, pueto, vivienda, modernización de
infraestructuras en determinados distritos, planes de
costas, accesos fronterizos, eliminación de residuos, etc.,
inversiones en las que el concurso de la Administración
General del Estado debe ser la principal protagonista y,
todo esto además debe ir acompañado de otras medidas
presupuestarias de orden fiscal y financiero, que potencien
tanto a la institución local, que hace lo que puede y más y,
cómo no, al tejido empresarial de la ciudad, entre las que
permito citar una a modo de ejemplo: el abaratamiento real
del transporte entre Ceuta y la península.
No nos molesta a
los ceutíes que a los catalanes o a los andaluces se les
trate como se merecen: como a ciudadanos de un gran país que
es España; pero si nos escuece un poco, espero que por ello
nadie se moleste, que a los ceutíes no nos llegue al mismo
tiempo y en las mismas condiciones, el apoyo presupuestario
y financiero del Gobierno de España, que nos permita un
desarrollo sostenido, que nos permita en definitiva,
disfrutar de las oportunidades y de los servicios que en
otros lugares son ya algo cotidiano.En este sentido, los
presupuestos generales del Estado para 2008, se merecen más
los calificativos que les dedica el senador, que los
dedicados por el delegado del gobierno, al margen de que no
hay que perder de vista que estamos en período preelectoral,
pero la verdad sólo tiene un camino y el nuestro es todavía
tortuoso.
|