A pesar de que no sea santo de
todas las devociones, a lo largo de los últimos diez años,
el juez Baltasar Garzón ha sido el que más veces estuvo en
candelero, porque no le vuelve la espalda a cualquier
problema que se le presente delante.
Y no me importa que algunos
incluso dentro de su propio gremio, le tilden de que no
instruye bien o que le gusta estar en la cresta de la ola,
yo valoro lo que hace y este fin de semana debe dedicársele
una buena parte a él, en prensa, en radio y en televisión,
por el hecho de que haya sido él el que hizo detener a 22
miembros de la Mesa Nacional de Batasuna. ¡Ahí es nada!.
Hechos son amores, que dice el
refrán, y este hecho es de los más importantes para tratar
de romper, desde la propia cabeza, una estructura
perfectamente encajada como es el mundo de los batasunos con
las acciones del terrorismo, desde las algaradas callejeras,
hasta hechos de más calado.
La operación policial se
desarrolló en el marco del sumario 35/02 que instruye el
Juez Garzón, y donde se trata de llegar al fondo sobre la
subordinación de Batasuna a ETA.
Y es que descabezando este
entramado, se corta, también, o se intenta cortar la
financiación de la banda terrorista, gracias a las "Herrico
Tabernas" que están controladas por esta formación de los
abertzales.
Gente con peso ha sido detenida,
digo con peso entre los batasunos, lo que traerá a corto
plazo, a pocos días vista, algunos problemas de alborotos en
las calles. Pero, sin duda, eso será menos, cuando los
expertos en organización y en controlar casi todo, no van a
poder actuar.
El paso dado por Garzón es
importante, y me da lo mismo que sea seis, cinco o cuatro
meses antes de unas elecciones, que si hubiera sido dos años
antes.
Aquí lo que hace falta es
desorganizar y tratar de liquidar esa lacra social que nos
lleva afectando desde hace más de cuarenta años, y que ha
sembrado el desorden y el terror con Franco y con el Rey,
con Carrero Blanco, con Arias Navarro, con Adolfo Suárez,
con Calvo Sotelo, con Felipe González, con José María Aznar
y con Rodríguez Zapatero.
¡¡La cantidad de sapos con los que
se han tenido que desayunar cualquiera de los presidentes
citados, por culpa del terrorismo!!.
Por eso, ahora, dejando de lado
los intereses de partido, unos y otros deben, tienen que,
apoyar con todas sus fuerzas para que lo emprendido por
Garzón llegue a buen puerto.
Luego, más tarde, ya vendrán las
propuestas electorales, luego llegarán las promesas que
nunca se van a cumplir, ni de los unos, ni de los otros,
pero el poder librarse de esa lacra o aminorar su fuerza y
su actividad ya es importante por sí mismo.
El juez Garzón imputa a los
detenidos y a otros antiguos miembros de la Mesa Nacional
una reiteración delictiva, mientras que a los nuevos
miembros de la Mesa Nacional les acusa del delito de
pertenencia a organización terrorista.
Ha sido un momento clave, las
distintas instituciones toman como algo suyo esto y, creo
que, pocas veces habrá un acuerdo tan estrecho entre
Gobierno y oposición como debe haber ahora.
Tras la detención vendrán los
interrogatorios, y en este terreno Garzón es especial y no
se arruga. Con la esperanza de que esto traiga buenas
noticias futuras, vemos un éxito más de la justicia.
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