La obra, que se viene desarrollando desde mediados del mes
de julio, se está llevando a cabo “con carácter de urgencia”
y es fruto de los destrozos provocados en la zona por el
azote de las olas que actúan con virulencia a causa de los
temporales.
El trabajo de la empresa Dragados sobre el terreno está “muy
avanzado”, y según el delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro
García- Arreciado, ya se ha ejecutado alrededor del 30 por
ciento de la obra.
La protección de la instalación de la fuerza del mar es el
objetivo de la actuación y también muy pendiente de este
elemento estarán los operarios de Dragados. Así lo afirmó el
director de la obra, Luís Fernandez, quien precisó: “El
cumplimiento del plazo de siete meses marcado quedará a
expensas del mar”. La llegada de un temporal podría
significar un retraso o un perjuicio a la obra. No obstante
Fernández explicó que no se esperan temporales ya que estos
suelen aparecer en primavera y a comienzos de año.
García- Arreciado, explicó que el manto del dique de
protección de la desaladora se había quedado con una altura
por debajo de la máxima esperada en temporales. De este modo
existía una situación “de riesgo” para la desaladora.
El talud, uno de los principales elementos de protección y
firmeza del dique, está afectado por la actuación del agente
metorológico por excelencia de Ceuta. “El dique no tiene
talud, o éste está prácticamente vertical con lo que la ola
no rompe mansamente y traspasa la barrera”, argumentó.
Entre la propia orilla y el recinto que protege la planta
desaladora, bajo tierra, se encuentra la cántara que protege
la tubería de absorción de agua salada de la instalación.
Éste es uno de los elementos primordiales para el
funcionamiento de la planta y su funcionamiento podría verse
afectado en caso de que por el temporal el agua acabara con
el dique protector.
Bloques de 26 toneladas
Los elementos fundamentales a estas alturas de la obra son
unos enormes bloques con forma de campana rectangular y cuyo
peso es de 26 toneladas. Mediante grúas los operarios de
Dragados están colocando estas moles de cemento de forma
estratégica para construir el muro de protección.
El delegado del Gobierno explicó que aprovechando la
actuación de impermeabilización y protección de la zona se
ha incluido en el proyecto la colocación de una nueva
tubería de absorción de agua de mar para la planta
desalinizadora. Se trata de una actuación con miras a la
futura ampliación de la instalación, según apuntó García-
Arreciado. “La mejora incluida en el proyecto supondrá para
la planta comodidad y ahorro”, aseguró.
Vamos a incluir en la obra dejar colocada la nueva tubería
de absorción de agua de mar para la ampliación posterior de
la planta y la nueva tubería de expulsión del agua una vez
tratada y la salmuera al mar. Hacer esto supondrá una
comodidad y un ahorro a la planta.
De manera que la altura media del dique sea mayor a la
máxima ola esperable en un temporal. El dique va a coronar a
más 8 metros. Y reforzar especialmente la zona de cántara.
Elevar el talud a un tercio. El talud es el que consigue que
la ola rompa en vez de chocar contra el espigón. La zona de
la cántara, que es la más delicada, se protege además de por
el dique por un espaldón. Por un espaldón que llega a la
cota de más 8 de manera que en temporales conocidos no pase
el agua y cause daños en la cántara.
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