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Las Segundas Jornadas Ceutíes de Cuidados Paliativos
‘Desafíos y retos en cuidados paliativos’, que se han
desarrollado desde el pasado jueves en los salones del Hotel
Tryp y han sido organizadas por la Junta Provincial de la
Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Consejería
de Sanidad de la Ciudad Autónoma, llegaron ayer a su fin con
una intensa sesión de jornadas en las que intervinieron
profesionales locales y nacionales dedicados a esta materia.
En la mesa redonda que abrió las jornadas a las 9:30 horas,
participó el director de la película ‘Las alas de la vida’,
Antoni Canet, preestrenada en Ceuta en la sesión inaugural.
Además, la conferencia de clausura ‘Presente y futuro de los
Cuidados Paliativos en España; Estrategia del SNS’, corrió a
cargo del presidente de la Sociedad Española de Cuidados
Paliativos, Xavier Gómez Batiste, quien fue recibido por el
presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas Lara, en el
Palacio de la Asamblea.
Las jornadas, que pretenden acercar a la población ceutí los
cuidados paliativos, llevaban sin celebrarse ocho años. Los
servicios paliativos, según afirmó el presidente de la
Sociedad Española de Cuidados Paliativos, “se ocupan de una
parte muy importante en la medicina que trata de promover la
calidad de vida de los enfermos y de sus familias cuando
están atravesando una situación difícil como el final de la
vida”.
350 equipos
En cuanto a la situación en España, Xavier Gómez manifestó
que “es muy variable” porque “hay comunidades autónomas que
han desarrollado mucho los cuidados paliativos y otras que
lo han desarrollado menos”. La cifra media de cobertura, en
palabras de Gómez Batiste, es del 30% y, en total, existen
alrededor de 350 equipos de paliativos que “son muy
competentes y están muy consolidados”.
Un hecho “crucial”, atendiendo al futuro, según la opinión
del profesional, es que “la estrategia nacional marca un
camino en el que el primer elemento fundamental de carácter
ético y político es considerar que el acceso a los cuidados
paliativos constituye un derecho de las personas que tienen
una situación avanzada”.
Xavier Gómez Batiste incidió en que “los equipos de cuidados
paliativos tienen que ser accesibles tanto en el hospital
como en el domicilio, como pasa en Ceuta” y manifestó creer
que “el futuro es prometedor porque me parece que en un
periodo de tres o cinco años las administraciones públicas
asumirán este reto”.
El presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos
destacó que “en España tenemos evidencia de la efectividad y
la satisfacción que generan los equipos de paliativos”
debido a que “hemos realizado un estudio que demuestra que
los equipos domiciliarios en España, que son alrededor de
150, mejoran la calidad de vida de los enfermos y, además,
lo hacen ahorrando una media de 3.000 euros al enfermo”. Por
otra parte, Gómez Batiste explicó que los equipos paliativos
“son un indicador de dignidad”.
El film
El director de ‘Las alas de la vida’, el film basado en
hechos reales, Antoni Canet, afirmó que fue su amigo Carlos,
el protagonista de la película, quien le propuso crear “ese
escenario marcado entre los límites de la vida y la muerte,
donde él ya había entrado antes con sus propios pacientes”.
En este sentido, añadió que, al principio, sintió cierto
miedo pero que “se trata del mismo miedo que puede tener un
espectador normal, porque la primera reacción es que no
quieren ir a verla y esa misma reacción la tuvimos el equipo
y yo”. El director explicó que su primer gran miedo “fue
comprobar la entereza por ver y soportar que mi amigo se iba
apagando y marchitando” y, la segunda, “saber si éramos
capaces de encontrar un lenguaje que sin caer en lágrimas
fáciles ni mentalismos baratos, entrando, de verdad, a
contar la historia”.
‘Las alas de la vida’ ha sido galardonada con numerosos
premios nacionales e internacionales. El último premio ha
sido la caracola ‘Alcances’ de Cádiz, este mes el equipo
responsable del film recogerá el premio ‘Valores Humanos’ de
Fuentes de Ebro, en Zaragoza y, entre otros muchos lugares,
el documental ha sido presentado en Buenos Aires, Perú y
México, así como conferencias de medicina.
Entre las equivocaciones suscitadas durante la elaboración
de la película, Canet se refirió a que “pensaba que iba a
hacer una película sobre la muerte de mi mejor amigo y,
después, nos dimos cuenta de que teníamos que hacer una
película sobre la vida”.
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