Uno tiene que renegar muchas veces
por ciertas leyes o por su aplicación, en algunos casos de
nuestro país.
Y uno tiene que tomar esta actitud cuando ve que la máxima
institución, de momento todavía lo es, la Monarquía, puede
ser pisoteada o incluso quemada por el “barato importe” de
un año y tres meses de cárcel, que luego ya veremos si se
cumplen.
Y con esto se ha abierto la veda, con esto no queda nada
bajo el prestigio de ser intocable y respetado.
No nos debe causar extrañeza cuando cualquier día, dos
reporterillos o reporterillas, de tres al cuarto saquen en
cualquier televisión al propio Monarca o a su esposa en
paños menores.
Y la petición de un año y tres meses de cárcel para los dos
jóvenes, acusados de quemar fotografías de los Reyes en
Gerona, viene de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Yo no entraré en las excentricidades que un día proclamó
Pedro Pacheco, el ex alcalde de Jerez de la Frontera, y no
voy a entrar en esas excentricidades porque creo que un país
sin unas leyes fuertes, pero justas, no es un país solvente.
Ahora bien, lo que pienso es que, en estos momentos, muchas
leyes tendrían que revisarse y ponerse al día de hoy, no al
día de hace 25 años.
El fiscal Ignacio Gordillo, en un escrito dirigido al juez
Santiago Pedraz, considera a Jaume Roura y Enric Stern
responsables de un delito de injurias graves a la Corona,
con la agravante del disfraz.
Pues bien, siendo así las cosas ¿Un delito de injuria graves
no es merecedor de más que de un año y tres meses de
cárcel?.
Vamos que, por ese precio, cada vez que los Reyes vuelvan a
Cataluña, vayan a Euskadi o visiten Madrigal de las Altas
Torres, pueden aparecer 18 enmascarados injuriando e
insultando, pero, eso sí, sabedores de que, como mucho, se
va a pedir para ellos menos de año y medio de cárcel, donde
van a ser tratados como verdaderos “príncipes” y como,
además, se habrán buscado algún buen abogado, a lo mejor
consiguen, no sólo que no les lleven a la cárcel, sino que
incluso alguien pida una medalla, recompensada, por haberse
atrevido a hacer eso.
No lo entiendo, ni lo voy a entender nunca, y ¡¡Ojo!!, lo he
dicho mil veces, yo no me encuadraría en el grupo de los
“monárquicos sí o sí”, pero sí soy acérrimo seguidor de la
Constitución de mi país.
Y como en la Constitución aparece la Corona como la máxima
magistratura, no hay más que discutir. Así de claro.
Roura y Stern están en libertad, tras sus fechorías, y
después de haber comparecido ante el juez Pedraz.
Lo que sí es cierto es que ahora mismo, y se me escapan los
motivos para esta campaña, se ha desatado, por parte de
varios medios de difusión, una campaña contra la Corona. Es
algo que no tiene explicación, como inexplicable es
confundir la institución con los hechos de algunos miembros
emparentados con la Corona. Y lo que no debemos olvidar es
que la Jefatura del Estado, con Juan Carlos I como Rey, ha
sido una institución clave para el paso del anterior régimen
a lo que hoy tenemos.
Ha sido esencial para el desarrollo y consolidación de la
democracia española.
La Corona ha sido clave y lo sigue siendo, por lo cual me
extraña este tratamiento a la propia Corona, así como el
trato dado a los que atacaron y quemaron las fotos del Rey
Juan Carlos. Se ha desatado la barbarie, alguien tendrá que
poner freno.
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