Ha llegado el día “D” para mí. He estado rezando en capilla,
cosa muy rara, antes de entrar en el ruedo del Hospital
General conocido como quirófano. No es seguro de que yo vaya
a ser intervenido, de momento, pero no las tengo todas
conmigo. En el “impasse” de la espera aprovecho para
escribir el artículo, es muy importante poseer un portátil,
y quedar un poquito relajado. Lo que se dice relajado es
mucho decir, por cuando veo a un médico con el bisturí en la
mano ya creo que es Jack “El Destripador” que viene a
hacerme carne picada. Ganas tengo de huir pitando.
Mientras tanto, en los mentideros políticos se comentan, por
un lado, las palabras del Rey contraponiendo sus logros a la
supuesta campaña antimonárquica. Que el Rey defienda la
Monarquía es de una obviedad significativa. Más bien parece
que anda picado para dar ese paso al frente ante dos
fenómenos contrapuestos: la quema de fotos por parte de
grupos radicales, tan minoritarios como prácticamente
desconocidos, y una más que inquietante campaña mediática,
dentro y fuera del país, que apunta formas
desestabilizadoras y que viene patrocinada por sectores más
poderosos.
La estrategia del PP y los medios afines han consistido en
magnificar un tipo de protesta que ha surgido en Catalunya
por parte de grupos muy minoritarios y ello hace que el PP
amplifique una falsa polémica. Por incongruencia de
actitudes por parte del principal partido de la oposición,
vemos cómo en Girona se aprobó, con los votos del PSC, CiU e
ICV una declaración institucional de rechazo a la quema de
símbolos de la Corona, con la excepción del PP y ERC que no
la apoyaron. ¿Está el PP, al menos el catalán, contra el
Rey? Poco clara veo esa actitud pepera.
Artur Mas (CiU) se empeña en denunciar el perfil plano de
ERC en el Govern, el portavoz republicano, tildó las
palabras del dirigente convergente como “auténticamente
vergonzosas”, más aún cuando Mas dice que ERC es un mal
socio de gobieno porque da “armas” al PP al proponer, al
estilo de Ibarretxe, un referendo de autodeterminación en el
2014. Otro tema interesante es que mientras los madrileños
acogen con entusiasmo la construcción de un túnel de ocho
kilómetros, que atraviesa la ciudad, en Barcelona se
eternizan las discusiones por el trazado del túnel del AVE
lo que ya es la repera.
Por otro lado, ya es un clamor mundial la desvergonzada
participación de Alicia Esteve Head, una barcelonesa que se
hizo pasar por víctima del atentado a las Torres Gemelas de
Nueva York. Esta mujer tiene por mollera una colección de
discos de DVD, con los más fantasiosos guiones
cinematográficos, que la hace contar mentiras tras mentiras
hasta creérselas ella misma. Mientras que los islamistas
marroquíes se han quedado sin cartera en el Gobierno de
Marruecos, en España se ha producido una querella contra un
ex alto cargo de Esperanza Aguirre. El ex Director General
de Urbanismo se enfrenta a un pleito por cosas ilegales que
él mismo habrá hecho. Poderoso caballero es Don Dinero ¿no?
Ya es hora de pensar por el bien común de todos los
españoles y ello implica que nuestros políticos, sobre todo
los del PP, dejen de portarse como envidiosos niños de patio
de colegio y asuman sus responsabilidades como políticos en
quienes se ha depositado la confianza del ciudadano. No está
de más que dejen de portarse como gallitos de pelea con eso:
“… y yo más” y vean que el Gobierno no es un juguete mecano
que se puede recomponer al gusto de cada cuál. La coherencia
política en el gobierno de un país está en sus propias leyes
conjugadas en base a la Constitución y sobre éstas deben
velar los elegidos para gobernarnos. No se puede aceptar que
se rijan por las directrices partidistas de las que sólo se
benefician ellos mismos y perjudica notablemente al conjunto
de la población española. Hago mías, aunque no sirvan para
nada, algunas frases del Rey sobre la larga duración del
estado de bienestar social, económico, cultural y deportivo
al que ha llegado nuestro país. No vamos a renunciar,
categóricamente, al nivel alcanzado en todos los frentes por
todos nosotros.Si algún mequetrefe sigue soltando panfletos,
más incendiarios que las quemas de los símbolos reales, en
los medios de comunicación, por odio personal, es mejor que
se vaya a hacer compañía al Generalísimo birmano y asuma su
criminal actuación fuera de toda lógica y ética democrática.
Esto vale para los propios colaboradores “fachas” del
diario. Dejen a la democracia seguir su camino. Dejen al
Gobierno asumir sus responsabilidades… tiempo hay para hacer
cambios.
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