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Mientras Inmaculada Ramírez
y Mohamed Alí se desgañitaban propalando que el
gobierno presidido por Juan Vivas ha vendido cien
días de humo y que éste tiene más cuentos que Calleja,
el presidente se pegaba un baño de mayoría entre los
mayores.
Vistas las fotografías del café en el cual la Consejería de
Asuntos Sociales, a través del Centro de Servicios Sociales
Comunitarios, organizó una fiesta por ser el Día
Internacional de quienes andan aún con edad de divertirse de
lo lindo, uno piensa que las denuncias de los miembros de la
oposición no le hacen el menor daño al presidente de la
Ciudad. Daño sí que le hará a JV el soportar a Javier
Navas cuando éste le pone voz a los partidos de la ADC
en la televisión local. Eso sí que es un martirio.
De cualquier manera, es preciso destacar lo bien que le
sienta a Vivas rodearse de mujeres. Y, sobre todo, si son ya
talluditas. Si supiera JV lo que gana mezclándose con el
mujerío, seguro que le ordenaba a Carolina Pérez,
consejera de la cosa, que, como mínimo, le preparase un
guateque de este tipo una vez a la semana. Así, con
meriendas de tanta prosopopeya ritual, entregados los
concurrentes al cante, al baile por sevillanas y a dar vivas
al presidente, la oposición terminaría llorando por los
rincones al comprobar que es imposible menoscabar un adarme
de la popularidad de un tío que con el arma de la sonrisa
consigue ganarse la voluntad de 350 personas dispuestas no
sólo a votarle sino a cundir entre los suyos que como Juan
Vivas no hay ninguno...
Y, cuando eso ocurre, que ocurre siempre que el presidente
acude al encuentro de sus hinchas, se monta un espectáculo
digno de ser visto. A las mujeres asistentes a esas fiestas,
poco o nada les interesa todo lo que no sea ver al
presidente de cerca, tocarlo, manosearlo, gritar ditirambos
en su honor... En una palabra: colmarlo de atenciones y
hacerle comprender que Dios ha sido justo, por una vez, al
concederle al pueblo de Ceuta un líder con tantos valores.
Y, además, nacido en esta tierra.
Yo he sido testigo, en ocasiones, de cómo los participantes
de estas fiestas se mostraban inquietos y hasta se ponían
mustios pensando que la anunciada visita del presidente de
la Ciudad no se iba a producir. Debido a un retraso sobre el
horario previsto y posiblemente amañado, para darle más
interés a la entrada en escena del hombre que les tiene
sorbido el seso a innumerables ciudadanos. Pues bien, cuando
al fin JV hacía su entrada triunfal en la sala, la alegría
del gentío se desbordaba en todos los sentidos. Y, partir de
ese momento, todo era ya una continua entrega a la figura de
quien seguirá siendo el rey hasta que él quiera.
Por lo tanto, me resulta imposible comprender que los
miembros de la oposición sean tan torpes como para no darse
cuenta de que sus admoniciones al presidente no deben
coincidir con ninguna presencia de éste en fiestas como la
celebrada recientemente en un céntrico café. Por razones tan
claras como negativas para los partidos de los cuales son
portavoces Ramírez y Alí. La principal de ella es que Juan
Vivas ha copado la portada de los medios, rodeado de mujeres
que tanto influyen a la hora de las elecciones mientras
ellos han de conformarse con que sus comentarios aparezcan
en lugar secundario. De modo que tendremos que darle la
razón a Yolanda Bel cuando dice que los políticos de
la oposición piensan con las posaderas.
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OPINIÓN / EL OASIS
