A pesar de la buena imagen que ofreció el pasado sábado el
Gimnasio Ceuta Goyu Ryu ante el Fuengirola, desde el
conjunto amarillo lo más importante es que se quedaron los
puntos en el camino. Manu León, técnico gimnasta, reconoce
que “jugamos bien pero perdimos”, por lo que “hubiera
preferido jugar no tan bien y sacar los tres puntos” en
juego.
Lo cierto es que hasta que los suyos fueron capaces de
neutralizar la temprana ventaja de los malagueños, “lo pasé
fatal” y al final del partido “se me quedó cara de tonto”.
Sobre los suyos explica que “el equipo en mediocampo tiene
bastante calidad, y cuando desborda hace un fútbol bonito”.
Una circunstancia a la que, para que los resultados caigan
de su lado, será importante que “tengamos más llegada”.
En cuanto al rival, los fuengiroleños “vinieron a hacer su
fútbol”. Para Manu León “lo que más me gustó fue la defensa
de cuatro”, ya que “nos costó mucho entrar y no
encontrábamos huecos” fácilmente.
Entre los rivales hubo uno, el centrocampista Maikel, que
destacó sobremanera “al marcar dos goles y ganar todos los
balones por alto”. Un futbolista que fue determinante pero
que debió ser expulsado “por la agresión que sufrió Borja”.
Se trata de un ´perro viejo´ que “estuvo provocando los
noventa minutos, incluso diciéndole que le pegaran”.
Una decisión arbitral que no fue la única que pudo
perjudicar a los suyos ya que “en el primer gol pudo haber
falta al portero, y en el segundo el asistente estaba con el
banderín en alto”.
A pesar de todo “no voy a meterme con el colectivo de
Ceuta”. Ramón Arias Madrid es un “buen árbitro” que “aquí no
tienen nada que perder y mucho que ganar, y lo que intenta
es hacer méritos”.
Pensando en el choque del próximo domingo ante el Granada 74
“hicimos terapia de grupo, y está olvidado” el último
tropiezo. Ante los granadinos “solamente nos vale ganar”
porque en el caso de no hacerlo “sería empezar a contar en
negativo” ante un equipo que “va a ser de los de nuestra
liga”, que “no es tan fuerte como el Fuengirola”.
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