Bueno, “ya soc aquí”. Por
supuesto, que por decir semejante frase no me van a dar
noventa y nueve millones de las antiguas pesetas y, por
tanto, no voy a poder montar una empresa dedicada hacer las
cosas de “casa”, ni poner anuncios en la televisión de
abuelos con niños. ¡Dita sea!.
Qué vamos hacer, otro siglo será. Lo importante es que, de
nuevo, vuelvo al “tajo” y no al de Ronda, precisamente,
donde algunos me querían mandar, creándome no sé qué
historieta de que había abandonado el periódico para
dedicarme a otro medio. Desde luego, quienes así opinan no
me conocen. Servidor, usease el menda, es amigo de sus
amigos y jamás, pase lo que pase, les dejará “tirado”. ¿Está
claro, colega, o te lo explico mejor?. Como todo quisqui, me
he tomado un merecido descanso, cargando pilas y anotando
cosas y más cosas, en el disco duro del mejor ordenador del
mundo, el cerebro. Algo que se tiene en el interior de una
cosa llamada cabeza, aunque algunos no lo crean, por no
saber utilizarlo al tener, dentro de él, auténtica diarrea
mental, producida por las cagadas del gusanillo de la
ignorancia.
A mi llegada me encuentro con las nuevas instalaciones.
Oiga, amigo guardia, una obra magnifica, una redacción de
lujo, a la que todo los currantes de este su periódico, “EL
PUEBLO DE CEUTA”, deberemos entregar lo mejor de nosotros
mismo para estar a su altura. Las cosas claras.
Renovarse o morir dice la celebre frase, Y el editor ha
realizado un gran esfuerzo para dotar al periódico de todo
los medios necesarios, en consonancia de lo que una ciudad,
como la nuestra, nos demanda. Porque este periódico nació,
para estar al servicio de todos los ceutíes y defender los
intereses de nuestra tierra,. Y a eso, nos hemos entregado
en cuerpo y alma, desde hace doce años en que vimos, por vez
primera, la luz del día. Hemos pasado momentos muy
difíciles, más difíciles de los que alguno se pueden creer y
todo por defender los intereses de nuestra tierra, mientas
otros se vendían al mejor postor, buscando sólo su
beneficio, aunque la consecución de los mismos, fuesen
contraria a los intereses de todos los ceutíes. Eso sí,
mientras decían esto, mantenían la fase de “quiero a Ceuta
más que a nadie”. ¡Qué bonita frase, si no fuese, porque al
mismo tiempo de decirla, la vendían por un asqueroso plato
de lentejas.
En fin, queridos míos, como ya se han dicho tantas y tantas
cosas, todas bonitas, justas y merecidas de nuestras nuevas
instalaciones, poco me queda por decir. Lo único que me
resta por añadir, es la felicitación más sincera al editor
por la gran labor que viene realizando, buscando pode
ofrecer el mejor producto a nuestros lectores que, sin duda
alguna redundará en beneficio de nuestra tierra que es a la
que estamos entregados defendiendo sus intereses. En estos
momentos, viendo las reformas realizadas en nuestro
periódico, me viene a la memoria la frase aquella que un
gran entendido en la materia dijo el día que aparecimos por
vez primera en los puntos de ventas. “Eso va durar seis
meses”. Para su desgracia, llevamos doce años y los que nos
quedan.
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