En un verano irregular, con pocos
calores en julio y agosto, nos hemos encontrado con un
septiembre tormentosos que ha creado multitud de problemas y
ha dejado algunas zonas de Andalucía en la situación de zona
catastrófica.
Esto con ser importante, con costar “buenos dineros” ponerlo
en orden, no es nada y a corto o medio plazo puede volver a
estar como estaba antes de la tormenta.
Sin embargo, junto a esas tormentas climatológicas, han
aparecido otras que a corto, a medio y a largo plazo van a
tener unas consecuencias, de momento, imprevisibles.
Me refiero al referéndum que propugna Ibarretxe, del que ya
hemos dicho algo en días pasados, y a la desvergüenza de
ciertos grupos nacionalistas, en Cataluña, con la quema de
unas representaciones sobre el monarca español, Juan Carlos
I.
Lo de Ibarretxe no es nuevo, es la segunda vez que intenta “
la cuadratura del círculo” y si bien, en la primera, el
círculo o el cuadrado le salieron “picudos”, es de suponer
que ahora no se llegue ni a eso, pero ..., todo se andará.
Y menos mal que, aunque con distintas perspectivas, en esto,
los dos grupos mayoritarios del país se muestran, salvando
sus particulares apreciaciones, en una misma tesitura, dando
prioridad, como no podía ser de otra manera, a la
Constitución.
El secretario de Organización del Partido Socialista Obrero
Español, José Blanco, afirmó sobre esta cuestión que el PSOE
se opondría “sin ruido, con decisión y con determinación a
cualquier iniciativa que no esté prevista en la
Constitución”. Palabras claras pero con truco, porque si
aparece por ahí cualquier “pica pleitos” y en una de esas
frases ambiguas de la Constitución abre un resquicio para lo
que propone Ibarretxe ¿Qué iban a hacer los correligionarios
de Pepiño Blanco?.
Esperemos que reine la cordura y que de aquí a otros cuatro
años el lehendakari vuelva a salir con la misma “petenera”
haciendo eco a esta.
Y la otra tormenta es más peliaguda, porque se escapa de lo
puramente institucional para salir a la calle de la mano de
grupúsculos, nada representativos a nivel nacional, como
ERC, pero que hace mucho ruido y se oye en todas partes.
Aquí las instituciones se han tenido que mojar y ante la
quema de las fotos del Rey, el presidente de la Generalitat,
José Montilla, habla de que:” Los enemigos de Cataluña usan
las injurias al Rey para dañarla”.
Esto ya tiene la desfachatez que sólo uno como Montilla
puede decirlo y quedarse tan pancho, porque ¿No son de
Cataluña y ha sido en Cataluña donde se han quemado las
fotos?. A ver si ahora, el andaluz presidente de la
Generalitat quiere hacer ver al mundo que han ido a quemar
esas fotos a Cataluña unos burgaleses, unos cacereños o unos
de mi pueblo, Piedrahita. No faltaría más.
Eso se ha hecho en Cataluña y los responsables del orden de
Cataluña serán los que tengan que cortarlo, aunque claro,
cuando sale a escena ERC y dice:” Nunca hemos legitimado una
Constitución que impone la Monarquía”, ya, a partir de aquí,
podremos esperar cualquier cosa, y es que no hay que olvidar
que ERC forma parte del tripartito que en la actualidad
gobierna en Cataluña.
Lo inadmisible es que alguien lo considere una anécdota.
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