Pregunta.- Esta mañana ha visitado el perímetro
fronterizo ceutí. ¿Qué impresión le ha causado?
Respuesta.- Tristeza, sobre todo al recordar a todos los
chicos que han muerto intentando atravesar esta frontera.
P.- ¿Era lo único que conocía de esta ciudad?
R.- No había estado nunca aquí, pero sabía de su existencia
a raíz de las noticias vinculadas al fenómeno migratorio.
P.- Perdió a su hijo en el mar cuando intentaba llegar a
Tenerife en un cayuco con otras 80 personas y ha reconocido
sentirse culpable por haberle ayudado a financiar su viaje.
¿Ha conseguido superar ese sentimiento?
R.- Perdí a un sobrino en esta misma frontera, el 30 de
septiembre de 2005, y a mi único hijo en el mar en marzo de
2006. Un mes después pusimos en marcha la Asociación de
Madres y Viudas de los Cayucos para trabajar por nuestros
familiares muertos y por nosotras mismas.
P.- ¿Cuántas mujeres forman el colectivo actualmente?
R.- Somos 375 mujeres y todas hemos perdido a nuestro marido
o a alguno de nuestros hijos intentado llegar a Europa.
P.- ¿Por qué sólo mujeres?
R.- Porque somos más organizadas que los hombres,
especialmente en África. Tenemos que buscar una salida para
nosotras y para nuestras familias, huérfanas no sólo de al
menos uno de sus miembros, sino también de una fuente de
financiación presente o futura. La familia en Senegal es
poligámica: los maridos tienen varias mujeres y con cada una
tiene varios hijos. Así es como surgen las rivalidades en el
hogar, porque si es tu hijo el que llega a Europa eso
significa un triunfo para la familia y más especialmente
para la madre, que se convierte en algo así como la
‘preferida’.
P.- ¿Hay una razón inmediata que desencadenó la oleada
migratoria en Senegal?
R.- El fenómeno cobró una gran intensidad en 2005, en buena
medida a causa de la crisis económica que afecta al sector
de la pesca, de la que vive buena parte de la población. En
Thiaroye-sur-mer, donde vivo, en el área metropolitana de
Dakar, la mitad de los jóvenes están en paro. Los pescadores
salen a diario y apenas traen nada porque no hay peces,
porque los barcos son viejos, los motores defectuosos... No
podemos competir con la flota coreana, francesa, española...
que pesca en nuestras aguas senegalesas. Los jóvenes no
encuentran trabajo, no tienen nada, y emigran a Canarias
para llegar a Europa y conseguir algo mejor.
P.- ¿El afán por irse ha tocado techo o prevé que seguirá
creciendo?
R.- Yo aprecio un cierto descenso en el número de jóvenes
que se van o que quieren irse a toda costa.
P.- ¿A qué atribuye esa tendencia?
R.- Los emigrados seguramente son los que más están haciendo
para conseguirlo. Cuando llaman y cuentan cómo es realmente
su vida en Europa, qué han conseguido y qué no, y cuando
relatan el elevadísimo riesgo de la travesía, muchos jóvenes
se dan cuenta de que tal vez merece más la pena quedarse e
intentar buscar un mejor futuro para ellos y para su país en
su propia tierra recuperando parte de la dignidad perdida.
P.- Es entonces un parche más para un problema que sólo se
solucionará con un verdadero desarrollo económico de Senegal
y el resto de África, ¿no?
R.- Por supuesto. La gente busca una solución a sus
problemas en el exterior, en Europa. Huyen y así perpetúan
nuestra pobreza. En la asociación tratamos de sensibilizar a
los jóvenes para que no partan y a las mujeres para que no
financien sus viajes, un compromiso obligatorio para formar
parte del colectivo.
P.- Tiene que ser muy difícil pedir a sus hijos que
renuncien a ese sueño de una vida mejor
R.- Sí, pero contamos con su respeto y su amor. Nos escuchan
y creo que estamos consiguiendo concienciarles con nuestro
mensaje.
P.- Los Gobiernos europeos, entre ellos el español, se
precian de estar incrementando el volumen de fondos
destinados a los países subdesarrollados y la puesta en
marcha de planes de formación... ¿Se percibe ese esfuerzo
sobre el terreno?
R.- No, no se percibe realmente. España ha abierto escuelas
de formación en Senegal pero muchas veces el dinero no
llega, se cierran...
P.- ¿Qué le parece la campaña que ha lanzado el Gobierno
español para hacer desistir a los jóvenes de su voluntad de
emigrar?
R.- No estamos implicados en la iniciativa y no creo que
sirva para mucho porque con la televisión no se llega al
pueblo senegalés que quiere emigrar. Temo que no llegue a
quienes debería.
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