La comunidad educativa rechaza la reforma del Bachillerato
propuesta por el Gobierno. Las asociaciones de padres,
profesores y centros de enseñanza lanzaron críticas contra
lo que consideraban, en el mejor de los casos, una solución
equivocada al problema del abandono escolar (fracaso
escolar).
No he querido, de inmediato, emitir mi opinión por creer que
la propuesta del Gobierno era una simple broma. Cualquier
enseñante no “hipotecado”, en el fondo, pensará así.
La nueva propuesta de la señora Ministra, es la siguiente:
“Con cuatro asignaturas suspendidas, no tendrán que repetir
el curso (1º de Bachillerato), por lo que podrán
matricularse en 2º curso de las pendientes y las materias de
2º curso. Hasta ahora, se repetía con más de dos
suspendidas. El bachillerato actual está formado por dos
cursos (Dos años). Con el nuevo sistema se convertiría en
tres o cuatro años, el último como tope.
La señora Ministra, respecto a esta reforma la justifica
así: “Necesidad de hacer más ‘atractiva’ la educación para
los jóvenes y combatir el fracaso escolar inmediatamente
previo a la Universidad”. Los datos de abandono y, por lo
tanto, de fracaso en la ESO es del 30%, muy lejos de cumplir
los objetivos de la U.E. fijados en la Conferencia de
Lisboa.
Pero, con respecto a las cuatro materias suspendidas que
posibilitarán la promoción, no se especifican la naturaleza
de las mismas. ¿Cuál sería el porvenir de un alumno cuando
se trate de Matemáticas, Literatura, Historia e Inglés?
Como no podía ser de otra forma, voces cualificadas del
propio Gobierno, se dejan “caer” con estas “perlas”. “No
estamos hablando de ninguna ‘rebaja’ de exigencia. Solo se
pretende reconocer el esfuerzo de haber aprobado las
asignaturas” (De nuevo, la señora Ministra). “Este sistema
va a mejorar la calidad y eficacia de la enseñanza, ya que
va a permitir que haya una cierta flexibilidad que incentive
a los alumnos. Por ejemplo: Si un alumno saca un nueve en
Literatura y un cero (¿) en Matemáticas, y se le hace
repetir curso, lo más probable que se le “desincentive” en
el estudio de Literatura “(Vicepresidenta 1º del Gobierno)”.
“La reforma del Bachillerato es una Lógica impecable. El
Bachillerato debería parecerse a la Universidad” (Actual
Ministro de Interior, autor de la ineficaz LOGSE, siendo
Ministro de Educación).
Esta reforma del Bachillerato conducirá a tropezar dos veces
con la misma piedra. El diagnóstico de padres, profesores,
pedagogos… coincide de una forma clara: la LOGSE era una ley
bienintencionada, pero devino en un auténtico desastre;
desde el punto de vista de la calidad, ha producido en los
estudiantes pasar de curso con varios suspensos. Por todo
ello, lejos de corregir el error, se insiste en la
equivocación, con una reforma en dirección contraria a las
necesidades del sistema educativo. Por lo tanto, un paso
atrás.
La reforma es un auténtico torpedo a la cultura del
esfuerzo. Todavía el Gobierno está a tiempo de rectificar,
lo que haría bien en pensárselo dos veces antes de que sea
demasiado tarde.
Bajo mi modesta opinión, lo que han querido hacer con esta
reforma es establecer una especie de “ciclo educativo”, como
se estableció en la LOGSE, vigente en la actual LOE, donde
sí que hay una mayor flexibilización con respecto a la
promoción de alumnos. En mi experiencia en el 1º Ciclo de la
ESO, (1º y 2º Curso) la promoción se tenía en cuenta cuando
los objetivos didácticos se conseguían en los casos
especiales, según las capacidades de cada alumno. Por
supuesto, que se tenían en cuenta las materias
fundamentales, en especial las llamadas instrumentales, y
naturalmente que habían alumnos que promocionaban con cuatro
materias suspendidas, dentro del mismo ciclo.
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