José María Garrido Romero es profesor de Ciencias
Experimentales en la Universidad de Granada y ha visitado
nuestra ciudad para pronunciar la conferencia ‘La Realidad
del Universo’, con el objetivo de acercar este campo a los
asistentes debido a que, según el experto, existe una gran
diferencia entre lo que creemos ver y nos enseñan en los
centros escolares y lo que vemos en realidad. Con la
exposición del doctor garrido se inaugura el cuarto
trimestre de las actividades del aula militar de cultura
‘Manuel Alonso alcalde’ de la Comandancia General de Ceuta.
Una exposición que el profesor garrido realizó en el centro
cultural de los ejércitos de manera desinteresada.
Pregunta.- ¿Por qué una conferencia sobre la realidad del
universo?
Respuesta.- El motivo de la conferencia radica en que existe
una enorme barrera entre lo que nos enseñan en la escuela,
los institutos y la universidad y la realidad que ocurre en
el mundo. Con esto no me refiero al espacio ni a la mecánica
cuántica del átomo, sino a lo cotidiano de cada día. La
diferencia es tan abismal que intento, diariamente en la
Facultad de Educación de la Universidad de Granada, que mis
alumnos tengan una formación actual porque esto es muy
difícil, debido a que todavía se sigue enseñando en los
colegios la ciencia de hace más de cien años. El título de
la conferencia ‘La Realidad del Universo’ tiene su razón de
ser por señalar lo que ya se sabe frente a lo que creemos
que sabemos.
P.- Quienes asistan a una de sus conferencias, ¿se
encontrarán con gran cantidad de fórmulas?
R.- No. Intento reflejar toda la exposición a través de
diapositivas para que la charla sea algo más divertida
porque la ciencia siempre es algo ruda y áspera. Además, he
intentado huir de las fórmulas, a excepción de aquellas que
son extremadamente simples y que han llevado, por ejemplo, a
que una estrella sea fotografiada por primera vez. Para
constatar la importancia de este hecho podríamos compararlo
a si pusiéramos un alfiler en el Polo Norte y lo mirásemos
desde aquí con una lupa. Por mucho que aumentásemos se vería
un punto y se ha conseguido hacerlo en grande. Esto
demuestra que la capacidad no reside tanto en los
instrumentos de aumento sino en la capacidad de imaginación
que tiene el hombre para buscar alternativas a lo que no se
consigue de manera tradicional.
P.- ¿Es tan diferente lo que creemos ver de lo que vemos
en realidad?
R.-Sí. En mis conferencias me gusta utilizar algunos
ejemplos referentes a cómo nos engaña el mundo que tenemos
alrededor y lo diferente que es lo que creemos ver de lo que
vemos en realidad, para realizar un análisis desde esa
dificultad con respecto a los sentidos, mirar lo mediano o
lo que está más próximo, mirar lo pequeño y también lo
grande. Una vez vistas estas tres cosas, hay que darse
cuenta de que son inconsistentes. Es decir, tenemos una
historia formidable, capaz de explicar ciertos fenómenos,
pero las teorías son incompatibles entre sí. Por ello se
produce un proceso de búsqueda al que Einstein dedicó los
últimos 30 años de su vida y que no consiguió resolver. En
la actualidad hay una nueva hornada de físicos en el mundo
que tienen unos pensamientos radicalmente diferentes.
P.- ¿Qué tipo de ejemplos suele emplear para ilustrar su
exposición?
R.-Me gusta utilizar ejemplos sencillos para que cada uno
descubra dónde falla como, por ejemplo, si queremos señalar
dónde está París. También el ejemplo de la Luna, explicando
por qué se ve grande y romántica cuando sale por la tarde y
por la noche parece pequeña y fría. También qué pasa con el
Sol porque lo vemos salir por las mañanas y realmente está
debajo del horizonte y todavía no ha salido o por qué se
creía que la velocidad de la luz era constante y después no
lo era. Otro que suelo emplear es el del principio que dice
que por el mero hecho de medir una cosa la deformas tanto
que después ya no sirve de nada. Pero la cuestión es que no
hay que abundar en fórmulas complejas sino en sencillas que
son las que transforman por completo la realidad.
P.- ¿Qué es lo que más puede llegar a sorprender en su
exposición?
R.-La realidad porque produce un choque frontal con la
filosofía de cada uno, pero cualquier persona medianamente
inteligente debe afrontar suficientemente la realidad porque
es mejor que engañarse. De hecho, existe una teoría llamada
‘la teoría de los agujeros’ que dice que cada vez que se ha
producido alguna innovación o un paradigma nuevo se han
quedado muchos huecos sin cubrir por diferentes motivos y
para llenarlos se aludía a la mística y a la creencias.
Mezclar filosofía y ciencia no tiene ningún sentido porque
son situaciones radicalmente diferentes.
P.- ¿Qué hay de novedoso en el universo?
R.-Ha habido grandes novedades. En principio se creía que la
Tierra era el centro del Universo y después se descubrió que
sólo era un pequeño planeta en medio de un sistema que ha
variado muchísimo. Otro descubrimiento importante fue que ni
siquiera el sistema solar está en el centro de la Vía
Láctea, a la que se supone que pertenecemos, sino que
estamos en un rincón. Y hace alrededor de un mes, un grupo
de astrónomos internacionales realizó un estudio por
infrarrojos de todo el entorno de la Vía Láctea y resulta
que, como se conocía hace años, debajo de la Vía Láctea en
el plano ecuatorial hay una pequeña galaxia que se llama
Sagitario. Al hacer el estudio se ha descubierto que la Vía
Láctea está absorbiendo a Sagitario desde hace millones de
años. Esto lleva a la conclusión de que el Universo se está
expandiendo y nos hace plantearnos hacia dónde va el
Universo, porque lo que vemos es una parte pequeñísima. Toda
la materia que existe en el Universo ni siquiera representa
el 4% porque cada vez hay más vacío.
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Una teoría que inició Albert Einstein y que
actualmente no se puede demostrar
El Doctor Garrido se refirió a que
un físico norteamericano ha desarrollado la teoría que
Albert Einstein no pudo terminar años atrás, denominada ‘La
teoría del Todo’. Este estudio, según informó el profesor,
“está muy avanzado y matemáticamente resuelto”. El problema
estriba en que tecnológicamente no es posible demostrarlo
porque, actualmente, no existe en el mundo tecnología que
pueda hacerlo. José María Garrido explicó que en caso de
resolverlo tendríamos el ‘Big-Bang’. Tal y como declaró el
catedrático, “el descubridor afirma que el gran problema de
esta teoría es la propia inteligencia del ser humano, ya que
el hombre del siglo XX no poseía la inteligencia suficiente
como para lograrlo y que él la había encontrado antes de
tiempo”.
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