La variedad de nacionalidades que se dieron cita en la
ciudad autónoma hace doscientos años fue tal que, entre
irlandeses, cubanos, venezolanos y filipinos, se creó un
panorama social según el cual “Ceuta fue aún más
multicultural en el siglo XIX, que en pleno siglo XXI”,
aseguró ayer José Luis Gómez Barceló en las X Jornadas de
Historia.
Las cuatro culturas religiosas por las que se caracteriza
hoy día Ceuta tenían porcentajes mucho más minoritarios hace
dos siglos. A principios de 1800, la población mayoritario
era cristiana, con mucha diferencia sobre los otros dos
sectores predominantes: hebreos y musulmanes que, por aquel
entonces, distaban de las cifras actuales. Hasta finales de
siglo, no empezaron a aparecer los primeros grupos de
hindúes, pero, antes que estos, pasaron ciudadanos
irlandeses, venezolanos, filipinos y cubanos. Guarniciones y
comerciantes que vinieron, estuvieron unos años y se
marcharon.
Así lo expuso ayer, en la cuarta sesión de las X Jornadas de
Historia del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), el
Cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló.
“Aquella época fue la matríz de lo que es esta ciudad en
cuanto a variedad cultural; entonces era aún más
multicultural que hoy en día”, apuntó.
De aquel entonces, apenas quedan vestigios formales, pero
“el apellido Cantón es filipino; hay enlaces familiares
cubanos, y un diputado puertorriqueño llamado Martorell y
Garabug falleció aquí”. Y como estos detalles, Gómez Barceló
enumeró otros tantos para dibujar los rasgos de la sanidad,
la educación, el panorama político, la economía y el
urbanismo de la Ceuta de hace doscientos años. Hoy concluirá
la X edición de las Jornadas de Historia.
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