El presidente de la Federación de
Fútbol de Ceuta está obligado a permanecer en el cargo hasta
el fin de sus días. Lo dice la persona que me llama para
pegar la hebra conmigo en relación con quien también es
sacristán vocacional. Y es así, Manolo, porque le teme más
que a una vara verde ser sustituido por alguien cuya primera
decisión sea la de encargar una auditoría en toda regla.
No tendrá tanto miedo cuando se dedica en los periódicos a
dar lecciones de moralidad y a contarnos que su vida es tan
ejemplar como para merecer, en cualquier momento, sumarse a
la lista de los beatos ceutíes.
Llevas razón, responde mi interlocutor, porque en realidad
el hombre vive obsesionado con que algún día sea analizada
su trayectoria en la tierra y consiga la beatificación.
Incluso te diré que él piensa que está sobrado de cualidades
y de obras hechas, para merecer que le sea reconocido ese
halo de santidad.
Si lo que estás contando es cierto, me vas a permitir que te
diga que el hombre está perdiendo la chaveta. Pues lo dicho
por mí no deja de ser puro cachondeo.
Será todo lo cachondeable que tú quieras... Pero has
acertado. El sacristán, como tú le llamas, está convencido
de que lleva toda una existencia siendo guardián celoso de
los valores cristianos y desviviéndose por sus semejantes.
No hay nada más que ver la de veces que nos cuenta de qué
manera se preocupa por los problemas de los demás. Y la
muchas familias que acuden a él en demanda de ayuda.
Cambiemos el tercio, si te parece bien, y vayamos otra vez
al quid de la cuestión. ¿Me puedes decir que pasaría si
alguien hiciera una revisión contable en la Federación de
Fútbol de Ceuta?...
¡Uf, un horror!
Tu respuesta, estimado amigo, no me saca de dudas. Por más
que la hayas encarecido.
Espero que no pretendas que te cuente lo que sé con el único
fin de que tú te apuntes el tanto...
Llevas razón. Por consiguiente, sólo nos toca seguir
aguantando a quien cuando se le recuerda que es de buen
cristiano llevar con transparencia las cuentas públicas, de
la federación que preside, se dedica a insultar y, sobre
todo, a desviar el asunto por medio de escritos que tratan
de dividir a los militantes del Partido Popular.
Tampoco es así, Manolo; día llegará en el cual nuestro
hombre se vea obligado a cumplir con la sana costumbre de
presentar papeles capaces de probar la limpieza de unas
cuentas que no hayan sido hechas a imagen y semejanza de las
del Gran Capitán. Algo que está en el pensamiento de
muchas personas, aunque sin pruebas es necesario no
anticipar acontecimientos.
¿Qué pasaría si alguien, con pruebas y conocedor de lo que
estamos tratando, se presentase un día en el juzgado
pidiendo que se auditase a la federación?
En principio, te puedo asegurar que habría alguien con
autoridad suficiente para pedirle, encarecidamente, a la
persona dispuesta a dar ese paso, que no lo hiciera. Que lo
mejor, en este caso, es dejar que las cosas transcurran como
han venido transcurriendo hasta ahora. Y a ver si Antonio
García Gaona, cuanto antes, puede convertirse en
presidente. Que es la mejor salida para que al presidente
actual, no se le joda la beatificación.
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