La ex militante del PSOE en el país Vasco, Rosa Díez confía
en el apoyo a su formación, la Unidad, Progreso y Democracia
(UPD), d elos “desencantados de la izquierda” en este país.
Díez cuenta con una masa de 3.500 afiliados en un nuevo
partido que quedará constituido formalmente este próximo
sábado. Entre su militancia, ha asegurado Rosa Díez, habrá
representación “también de Ceuta y de Melilla”.
La cabeza visible del nuevo partido Unidad, Progreso y
Democracia (UPD) ha asegurado que la formación que lidera
tiene “banquillo” para afrontar la elaboración de una
candidatura electoral, entre los 3.500 preafiliados que
tiene en toda España, con mención incluida para las ciudades
autónomas de Ceuta y Melilla.
UPD se constituirá formalmente el próximo sábado en un acto
que se celebrará en la Casa de Campo madrileña.
A partir de ese momento los integrantes de la plataforma
cívica, origen del partido, pasarán a ser afiliados.
Díez dijo, en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía
Fórum, que el 70 por ciento de los afiliados no ha militado
nunca en una formación política y que la mayoría son
personas de alrededor de 40 años, que garantizan “banquillo”
suficiente para afrontar la elaboración de una candidatura.
Además, esas 3.500 personas proceden de “todas las
provincias de España, incluidas Ceuta y Melilla”, lo que
garantiza, a juicio de Díez, el carácter nacional y plural
del nuevo partido.
Explicó que el “caladero de votos” de UPD estará
principalmente en la “izquierda desencantada” que tuvo que
votar al PSOE para “no votar al otro partido nacional” y en
el 20 por ciento de ciudadanos que se abstienen pero “que no
son abstencionistas”.
Financiación
En cuanto a la financiación, Díez aseguró que no harán nada
“distinto” a lo que hacen el resto de partidos. Recurrirá a
créditos bancarios con el aval de su proyecto político y,
una vez celebradas las elecciones, y en función de los
resultados recibirán las correspondientes compensaciones del
Estado y “devolveremos los créditos, que no todos lo hacen”.
El filósofo y también impulsor de proyecto, Fernando Savater,
ironizó diciendo que él había propuesto “ponernos una
capucha y mandar cartas de extorsión”, puesto que es un
método que “en el País Vasco da resultados”, pero “a Rosa no
le ha parecido bien”.
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