Llego a Ceuta después de pasar casi dos semanas fuera de la
ciudad y retomo el aire lánguido que suele reinar sobre la
misma, no aire del levante, sino aire de la población. Se
nota y mucho que estamos en el Ramadán musulmán. Ignoraba
que me estaba metiendo, de nuevo, en un presidio.
Mientras en Marruecos, el rey elige, por algo es el que
ostenta el poder final (jefe del Estado, jefe Religioso y
jefe de las Fuerzas Armadas), a un veterano político Abas el
Fasi como primer ministro (Gran Visir en realidad) en
sustitución del tecnócrata Dris Jetu para que haga frente a
la pobreza extendida por el país y al aumento del integrismo
islamista… un senador marroquí, residente en tierra
española, decide colaborar con el integrismo y declara que
Ceuta y Melilla es un presidio.
Tan a gusto han tomado su residencia en España, este senador
y algunos políticos sin cartera ni partido, que ya la
consideran como suya aunque la pinten como una cárcel…
¿presidio para quién? Lo malo del caso es que éste senador
“preso” en tierra española no es uno cualquiera, sino el co-presidente
de la Comisión de Amistad Hispano-Marroquí junto con un
político pepero. Esta Comisión, más que de amistad parece de
pre-guerra, no sé para qué la han creado, supongo que es
para disfrute de unos cargos para unos vivales, por cuanto
no representan oficialmente a ninguno de los dos países.
Lo malo de todo ello, ya lo escribí en su momento, no es la
salida de tono de un presidente de ONG comisionista, sino
que los propios ciudadanos musulmanes de Ceuta ya comienzan
a exigir que en nuestro Estado laico se anoten como
oficiales sus fiestas religiosas. ¡Anda!... un mes de fiesta
para ellos, supongo que ese es el tiempo de duración del
Ramadán, y poco a poco ir cambiando el calendario gregoriano
por uno mahometano. Ya escribí en su día: nos piden un dedo
pero acaban pidiendo el cuerpo entero. El problema tiene
visos de serlo, por cuanto no son pocos los empresarios
españoles que se enfrentan a trabajadores musulmanes a causa
de la exigencia de éstos de cumplir con el ritual islámico
de los cinco rezos diarios… imagínense Vds. si un trabajador
musulmán que lleve una grúa, en la construcción de
viviendas, deje ésta con la carga a medio camino y colgando
sobre las cabezas de los ciudadanos para irse a rezar en la
esquina sobre una alfombra de cajas de cartón aplanadas…
No entiendo bien el Ramadán, ya sé que es el mes en que
ayunan los islamistas, precisamente porque por la noche sí
pueden comer, aunque sean pastelitos y tortas. Tal vez
porque Alá, y con él su profeta Mahoma, duermen como todo
ser humano y los musulmanes piensan que no los ven comer.
No, no quiero ni deseo aclaraciones sobre el tema. Soy un
cristiano raro y sólo me interesan las religiones como
cultura y nada más. No tengo trazas, ni deseo tenerlas, de
teólogo. Volvemos al ingrato senador marroquí que reside,
come y disfruta en España. Creo que se ha empachado leyendo
partes de la Historia de España, partes que recuerdan que
Ceuta fue efectivamente un presidio, y se lo ha tomado tan a
pecho que sigue creyéndolo. Lo que no tienen cabida en la
razón es su insistencia de que Ceuta y Melilla nunca fueron
españolas… cuando Marruecos fue una realidad a partir de
1956, difícilmente podían ser marroquíes ambas ciudades.
Otra cosa es que diga que los caballas nos larguemos con
nuestras cosas a la península, a España como realmente
quería decir, y dejemos nuestras casas y nuestras plazas a
los marroquíes. ¡¡Ojo!!, esto que declama ese senador es una
especie de aviso por cuanto nuestras autoridades no remedian
el flujo migratorio, a paso de tortuga verde, con el que nos
están invadiendo hordas y hordas de marroquíes cada día… que
cualquier día veremos numerosas harcas recorriendo nuestras
calles.Sin embargo, como Ceuta se está quedando como el culo
del mundo –según expresión de un buen amigo mío- a juzgar
por cómo toman la cosa religiosa nuestras autoridades,
cuando en el resto de España lo religioso queda apartado de
la cosa pública, no es más que un acicate al que se aferran
los islamistas para exigir unos supuestos derechos.
Supuestos derechos que corresponden a un plan diabólicamente
urdido por las autoridades marroquíes para ir abriendo
brechas, poco a poco, en todos los estamentos oficiales
españoles de nuestra Ciudad y de Melilla, al imponer sus
condiciones sin nada a cambio… ¿acaso Marruecos aceptaría
implantar el 12 de octubre como festivo?... ¿No te jode?
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