Cuando los ceutíes viajan en ‘fast ferrys’ se preguntan qué
fueron de aquellos delfines que los acompañaban en el viaje
hace unos años, porque si bien, aún se puede observar algún
ejemplar, han descendido. El estudio elaborado por la
Sociedad Española de Cetáceos demuestra que las frecuencias
de sonido lanzadas por estas embarcaciones rápidas en el
Estrecho coinciden con las que emiten las especies de
cetáceos investigadas [delfín común, delfín mular, calderón
común y cachalote]. Sin embargo, no han podido concluir de
qué forma se ven afectadas estas especies ya que no poseen
datos de las intensidades de las emisiones de estas
embarcaciones, ni de las alteraciones que estas señales
pueden ocasionar a las poblaciones de cetáceos. Por lo
tanto, los promotores del informe reclaman estudios más
profundos para determinar el impacto acústico de los ‘fast
ferrys’ y las embarcaciones de la zona.
En el Estrecho de Gibraltar no han documentado ningún
ejemplar varado con indicios de muerte por colisión con un
barco. “Aunque el régimen de corrientes que existe en la
zona puede haber desplazado algún hipotético caso, la
incidencia de las colisiones parece en este área escasa”,
precisan. Y aseguran que los efectos secundarios de la
navegación de los ‘fast ferrys’ revisten más importancia que
las colisiones directas. Las olas producidas por estas
embarcaciones y sus motores tienen efectos negativos sobre
el ecosistema marino, sobre todo, en zonas poco profundas.
Los investigadores entrevistaron a los capitanes de las
embarcaciones rápidas, los responsables de las navieras e
incluso al responsable de Tarifa Tráfico, Javier Gárate.
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