Si por algo pasará a la historia el XX Encuentro Nacional de
Hermandades y Cofradías de Penitencia celebrado en Almería,
será por las fuertes lluvias que asolaron la ciudad durante
el desarrollo del mismo, las cuales provocaron que muchas de
las actividades recogidas en el programa de acto tuvieran
que ser suspendidas o modificadas sobre la marcha, aunque no
sólo fueron las lluvias las que deslucieron este encuentro,
ya que para celebrar un evento de esta magnitud hay que
tener previsto hasta el más mínimo detalle, y precisamente
esa previsión ha brillado por su ausencia en el desarrollo
del XX Encuentro Nacional de Hermandades de Penitencia.
Y es que, aunque muchos de los cofrades que asistimos a
Medina del Campo, nos quisiéramos convencer de que quizás
con un año por delante, el Comité Organizador de este XX
Encuentro tendría tiempo de limar y depurar todos los
errores que se pudieron observar durante la defensa de su
candidatura, al final la razón y la verdad solo tienen un
camino.
Por eso, pese a las siempre buenas intenciones del comité
organizador, los fallos y errores salen cuando una
candidatura no está bien trabajada. Pero quizás la culpa no
sea del comité organizador de este XX Encuentro que hoy
finaliza, sino de aquellos señores que vienen a estos
encuentros como si de unas vacaciones se tratara y no
deciden cual será la sede del siguiente año por los
contenidos cofrades que puedan tener las candidaturas, sino
por donde les gustaría pasar unos días de relax.
O por el contrario, también puede ser que estos señores sean
tan sumamente buenos y bondadosos que no tienen lo que hay
que tener, para intentar hacer ver a los interesados en
presentar una candidatura que este tipo de eventos deben ser
serios, no debiéndose presentar como candidatas con la mera
intención de llegar a los corazones de los asistentes
defendiendo que ya es la segunda vez que se presentan, y que
un nuevo varapalo no lo soportarían, porque al final salen
las cosas como salen.
Sea cual sea el criterio de elección de la sede por parte de
ciertas personas de las que asisten a estos Encuentros, si
es verdad que este año el tiro les ha salido por la culata,
porque las ‘vacaciones’ han sido pasadas por agua y además
ha quedado patente la descoordinación y falta de previsión,
que ha existido en este XX Encuentro desde el mismo momento
que se le otorgó la sede a Almería.
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