La Ley otorga a los padres el
derecho de adoctrinar a sus vástagos en asuntos morales y
éticos. Quizá no sólo sea la ley -que confiere la guarda y
custodia de los hijos-. Hasta la fecha, en épocas
democráticas el Estado no se había metido en aleccionar a
los pequeños sobre valores. La pregunta conveniente sería la
de ¿qué valores... los de ahora, los de antes?. En cualquier
caso, sí es cierto que con el discurrir de los años y la
evolución de los tiempos, hay valores absolutamente
perdidos. Un hecho éste que podría justificar la
intervención del gobierno de la nación en un intento por
encarrilar aspectos socio-éticos y morales un tanto
perdidos, dado que de algún modo está obligado a proteger a
su sociedad.
Pero no acaba de cuajar, casi en ningún sitio, una
asignatura que invita a establecer criterios morales
novedosos [y con carácter general] a todos los españoles en
edad escolar. Es como reinventar aspectos y códigos para una
sociedad que ha quedado fragmentada definitivamente en pro
de situaciones en ‘voga’ que están, además, de moda frente a
un cierto inmovilismo de lo religioso que tarda en avanzar a
los ritmos de la sociedad.
Es un choque y una fricción de la sociedad, que por otra
parte el gobierno de la nación no ha gestionado con la
pluralidad que se le presupone al gobierno de todos los
españoles cuando de lo que se trata es de aspectos morales,
éticos, cívicos y sociales. Probablemente sea una
intromisión. Sí es verdad que basada en la declaración de
los Derechos Humanos [por cierto en la que está cimentada la
constitución de EEUU], no debería tener mayor problema. El
verdedaro peligro se encuadra en esa descentralización
masiva de la Educación en la que cada territorio de los de
‘España’ imagina sus valores nacionales y los aporta a la
asignatura. Es como dejar al zorro la custodia de las
gallinas. En el País Vasco, el adoctrinamiento anti español
-según La Razón- aprovechando esta famosa asignatura, ha
empezado.
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