El reconocido corredor de seguros y Hermano Mayor Emérito de
la Cofradía de Nuestra Señor de África, Eduardo Gallardo,
hizo ayer una apología de la convivencia a través de su
discurso de agradecimiento por la recepción de la Medalla de
Plata de Ceuta. La propuesta de UDCE-IU supuso “una muestra
de la buena relación reinante” entre las culturas
mayoritarias y un “ejemplo de que estamos en un mismo camino
que debe ser el único como forma de vivir” en la ciudad
autónoma.
La austeridad reinante en el Salón Noble de la Asamblea se
vio ayer deshecha por la masiva asistencia de agentes
sociales y representantes de instituciones políticas al acto
de entrega de la Medalla de Plata a Eduardo Gallardo. La
emoción y el sentimiento de unanimidad a la hora de decidir
el candidato se dejaron percibir en el ambiente del evento.
El prestigioso corredor de seguros, como de costumbre, no
estuvo solo para recibir un nuevo galardón para su ya de por
si amplio medallero. Familia y amigos respaldaron al creador
de ‘Gallardo e Hijos’.
A través de la voz de su nieto, que leyó su discurso, pero
con su emoción en cada palabra, valoró que el galardón se ha
traducido en “una recompensa” a su trabajo por Ceuta en pro
de su familia y de la virgen de África. Por eso, no eligió
el formato clásico y decidió agradecer, uno por uno, a
aquellas personas que han marcado su trayectoria vital y
profesional.
Entre estas, comenzó con Mohamed Haddu Mussa, portavoz de
Izquierda Unida (IU) por liderar la iniciativa de su
candidatura. “Es una de las personas de mi confianza porque
dedicó muchos años a mi empresa y eso no se olvida”, dijo
Gallardo. Además añadió al líder de Unión Demócrata Ceutí (UDCE),
Mohamed Ali: “Que nadie os cambie porque existe mucha gente
ceutí que piensa como vosotros”, dijo.
A continuación nombró al ex presidente de Ceuta, Jesús
Fortes, “a quien me une una larga amistad”, para finalmente
dedicar una parte relevante de su discurso al actual
alcalde, Juan Vivas. “Le conocí recién nacido y le aconsejo
que siga el ejemplo de su padre”, finalizó no sin recordar
emocionado a su esposa Ana, su motor personal.
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