El colectivo de padres y madres afectados ha presentado una
carta a modo de denuncia ante la Dirección Provincial del
Ministerio de Educación y Ciencia, la Delegación del
Gobierno y el área de Educación de la Ciudad.
En el escrito reza: “Encontramos cierto pasotismo, dejadez e
incluso nos atreveríamos a decir desinterés, por parte del
MEC a la hora de instalar a nuestros hijos en un aula sin
acondicionar ni habilitar.
No es coincidencia que a los padres de los 18 alumnos, y
ante las preguntas en cuanto a las condiciones de la clase,
nos pareciera a simple vista una cocina que se encuentra
situada en otro edificio distinto al del resto de aulas de
Educación Infantil.
Esta cocina, donde llevan una semana nuestros hijos y en el
que pretenden que sigan durante tres años más, está equipada
con un frontal bajo las ventanas compuesto por una encimera
de mampostería y varios fregaderos, ni que decir tiene de su
alicatado.
No queremos hacer un alegato contra el centro escolar, pero
no es de recibo que nos quieran hacer ver que las
condiciones son las idóneas para niños de tres años. Sin
embargo, sí que es un manifiesto contra el MEC por su falta
de previsión, por no acondicionar la habitación de forma
debida para su destino final, y por su falta de sensibilidad
y consideración, entre otros muchos motivos”.
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