Mientras en Ceuta sigue abierto el grifo de los coléricos
dioses de la lluvia, enfrentados abiertamente a Helio, hijo
de Hiparión y Tía, impidiendo con ello que se luzca la bella
Iris, hija de Taumante y la oceánide Electra, convirtiendo
una simple borrasca en un tremendo aguacero; nuestros
políticos saltan a la palestra alabándose mutuamente en
referencia a lo bien que resuelven los problemas derivados
de las inclemencias de agua, rayos y truenos con
inundaciones evitables incluidas.
De momento, en Catalunya reina el buen tiempo. Helio luce
tímidamente entre marasmos de nubes que en absoluto amenazan
lluvia y que contradicen las previsiones del Servicio de
Meteorología, que vaticinaron fuertes temporales, y dejando
a los meteorólogos como adivinos de alpargata. No corren
buenos tiempos para la política catalana en virtud de la
actuación de un grupúsculo, minúsculo grupúsculo de
agitadores supuestamente independistas y de la posición de
Durán i Lleida (UCD) respecto a la postura de Artur Mas
(CDC) en referencia a presentarse como candidato por CiU.
Las injurias a los monarcas, con quema de retrato incluida,
es penalmente condenable pero ello no quiere decir que sea
toda Catalunya la responsable, ni mucho menos que Rajoy (PP)
culpe, ahora, al Presidente del Gobierno del radicalismo
desatado tanto en Catalunya como en el País Vasco, cuando es
imposible que ignore que ese problema viene desde muy lejos,
desde los tiempos de su recordado generalito, cuando
existían Terra Liure, los Grapos y otros grupúsculos afines
Por lo que se nota que la política en nuestro país tiene sus
demonios particulares, por cuanto hay bastantes políticos
profesionales que sólo pueden vivir de la política y les
resulta imposible existir con otra cosa y por ello se
“matan” con denuedo por ocupar un cargo de importancia que
lo mantenga con gasolina un tiempo sí y otro también. Lo
malo es que existen muy pocos buenos gestores de la cosa
pública. Lo malo, también, es que existen muchos políticos
que anteponen los intereses partidistas antes que los del
Estado, se llama sectarismo. Máxime que las listas cerradas
y la disciplina de voto en el Congreso y en el Senado hacen
que nuestros teóricos representantes no realicen
verdaderamente la representación de nosotros, sino de
quienes les dan de comer.
Uno de los demonios particulares de estos políticos es el
poder que tiene la tentación de manipular, en beneficio
propio, los medios de comunicación de titularidad pública,
aunque clamen su independencia cuando están en la oposición.
Se aprovechan del desinterés de los votantes que no
memorizan las promesas cumplidas y sin embargo hincan el
diente en la insistencia de las promesas incumplidas cuando
aún no se ha terminado la legislatura. Los votantes se dejan
deslumbrar por el demonio de la retórica demagógica propia
de partidos totalitarios en las campañas electorales y ello
confiere que tengamos los políticos que nos merecemos.
Parece que esa clase de políticos, pertenecientes a
determinado partido de la oposición, hayan seguido los pasos
de Fausto haciendo una especie de pacto o convenio (esta
última palabra se usa más, ¿no?) con Mefistófeles perdiendo
la fe en la democracia y la concreción de lo práctico según
la moral relativista propia de los inmóviles que se oponen a
una sociedad avanzada como consecuencia de la revolución
científica, económica e industrial.
Como muchos de Vds. sabrán, queridos e hipotéticos lectores,
del nombre Mefistófeles proviene la combinación negativa
griega __ ___ _____ que se traduce por “el que no ama la
luz” y a pesar de que se encuentra atrapado entre la posible
victoria de lograr que las grandes masas dejen de considerar
a Rodríguez Zapatero en el centro del país, y sufrir la
derrota al perder relevancia por el mismo motivo. Ello se
traduce que mantiene viva la leyenda de presentar, a los
mencionados políticos, como figuras tragicómicas a su imagen
y semejanza, ya que este demonio proviene del odio hacia las
reglas establecidas por la democracia.
A todo lo manifestado por el poseído, hago el siguiente
rebato desde aquí, con mi humilde opinión, de que no trate
de engañar a los españoles con palabras huecas y carentes de
fundamentos que las mantenga en la base de la verdad.
El Presidente de nuestro país no ha dado alas al radicalismo
y sería de agradecer que Rajoy mostrara su agradecimiento al
mismo, tal como lo ha hecho a las Fuerzas de Seguridad del
Estado de las que, precisamente, Rodríguez Zapatero es el
jefe supremo y natural, por la continúa lucha que viene
desarrollando contra los terroristas y demás sinónimos de
criminales.
El Presidente de nuestro país cumple la Ley, siendo así que
el presidente del principal partido de la oposición no la
cumple al instigar que se desobedezcan algunas, entre ellas
la Ley de Educación para la Ciudadanía. En una clara
demostración de deslealtad hacía las instituciones elegidas
legal y democráticamente por el pueblo.
El Presidente de nuestro país ha cumplido con creces en su
labor de sanear la economía nacional; principalmente
cortando de raíz la tremenda sangría que hubiera producido
permanecer al lado de los EE.UU en Irak y, desde luego, no
existe ninguna herencia del anterior Gobierno por cuanto
éste se los gastó desde el primer minuto que pisaron las
Azores. Nunca se ha visto un Presidente del Gobierno tan
firme en sus decisiones como Rodríguez Zapatero y esas
palabras de Rajoy están de más cuando se refiere a los
supuestos momentos de incertidumbre si tenemos en cuenta que
el principal aliado de los peperos, los EE.UU, van camino de
la bancarrota y no precisamente por las hipotecas bancarias,
que utilizan como cortina de humo para intentar tapar otros
“agujeros negros” de la economía norteamericana.
El Presidente de nuestro país no tiene porqué recibir
lecciones de la oposición sobre cómo crear, mantener y hacer
crecer un estado de bienestar social por cuanto a la vista
salta todo lo que el pueblo español ha obtenido durante los
mandatos de los socialistas. Sería de agradecer que Mariano
Rajoy diera muestras de honradez política y reconociera los
logros del actual Gobierno… incapaz de ello es. Lo sé de
sobras.
Las declaraciones del presidente del PP incluyen frases
sobre su programa al fomento de la investigación científica,
lo que no deja de ser una actitud mefistofélica por cuanto
su partido (y los conservadores de otros partidos anteriores
al PP, que en suma son los mismos) dejaron escapar miles de
cerebros al exterior y nunca movieron pieza a favor de la
investigación, la innovación y el desarrollo. ¿Cómo quiere
que ahora le creamos?
He hecho sonar mi pito y tocar mi pandero… ¿No te jode?
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