La Atención Especializada ha
sufrido un incremento de las reclamaciones a lo largo del
pasado año 2006 aunque el Ingesa no ha facilitado las causas
que inspiraron las citadas protestas de los usuarios de la
Sanidad Pública.
En cualquier caso, aunque las reclamaciones se suceden
contra la Sanidad por doquier en todos los territorios del
país, en Ceuta llueve sobre mojado.
Los sindicatos y los distintos profesionales han venido
protestando por lo que consideran una histórica falta de
preocupación verdadera desde los distintos gobiernos
centrales hacia el sistema de salud público en Ceuta. El
antiguo Insalud, hoy Ingesa y heredera directa de la
pasividad de los responsables estatales, ya adolecía de esa
voluntad de hacer y hacer bien.
Con unas instalaciones obsoletas por más que se supla con
reformas y más reformas; con el añadido de unas obras
perpétuas del futuro nuevo hospital cuya ubicación puede
generar situaciones comprometidas, el Ingesa sigue fallando
al usuario.
El nivel de la desvergüenza política por la falta de
compromiso real con Ceuta y, de paso con Melilla, se mide
con el hecho de que los presupuestos de Sanidad destinados a
las dos ciudades autónomas gestionadas por el Ingesa guardan
la proporción de sus habitantes. Es decir, para Ceuta, unos
presupuestos para la atención sanitaria de 75.000 personas.
La condición de ciudad fronteriza no se tiene en cuenta. El
extranjero no computa estadísticamente, por lo que jamás
podrá estimarse, desde la Administración, el verdadero
esfuerzo que implica la sobresaturación en las instalaciones
por las atenciones a personal que no cotiza [extranjeros] en
detrimento directo de la atención que el gobierno, como
responsable del Estado, debe proporcionar a los que
verdaderamente mantienen con su aportación impositiva a la
Sanidad Pública española.
Las reclamaciones han aumentado y no es de extrañar que lo
sigan haciendo. La situación actual es para sonrojarse si se
cuenta con la suficiente vergüenza política para ello.
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