Aquí no salimos de un susto y nos metemos en otro. Debo
reconocer que cuando leí en la prensa que la ministra de
Educación había dicho en el Congreso que para repetir en
Bachillerato un alumno tenía que tener más de cuatro
asignaturas pendientes, no sabía si estábamos en la primera
quincena de septiembre, o si por el contrario ya habíamos
dejado atrás el primer trimestre y estábamos en los Santos
Inocentes.
Esto es de ciencia ficción, pero con la particularidad de
que la realidad supera a la propia ficción, porque yo, por
ejemplo, con 39 cursos a las espaldas como docente, he visto
barrabasadas, planes y contra planes en el Ministerio de
Educación, que ha tenido varios nombres, he conocido
intervenciones pintorescas de ministros y de subsecretarios,
pero todo eso se ha quedado en simples juegos de niños con
lo que acaba de anunciar la ministra Mercedes Cabrera.
No sé si la ministra ha entrado muchas veces en una clase,
tampoco me importa mucho, pero lo que sí se deduce de su
“nuevo plan” es que no tiene mucha idea de lo que hay hoy en
las clases de muchos institutos, y esto lo afirmo, repito,
siendo catedrático de instituto y ya metido en el curso 39
como docente.
Pero es que no queda aquí la cosa y parece que estamos
volviendo al “gratis total”, porque un alumno con tres
asignaturas pendientes puede optar a repetir o a
matricularse sólo de las materias no superadas, e incluso a
matricularse de algunas materias del curso siguiente.
La situación se presenta caótica, porque hasta ahora se
repetía con más de dos y el cambio este habrá que ver a qué
es debido. La ministra “muy bien asesorada”, suponemos, dice
que “para evitar el abandono escolar”, y yo matizo: “ para
lograr títulos de papel mojado”. ( Esto lo digo yo y lo
repetiré cuantas veces sean necesarias).
Con esto se trata de flexibilizar el nivel de exigencia en
la etapa inmediatamente previa a la Universidad. Esto es,
quiere que a la Universidad vaya la gente sin saber poner su
nombre. Creo que esa experiencia no la habrá sufrido la
ministra en sus propias carnes.
Y hay más, la ministra justifica esta, llamémosla, reforma,
por la necesidad de “hacer más atractiva” la educación para
los jóvenes y cambiar el fracaso escolar.
(En estos momentos, para evitar males mayores, no voy a
escribir lo que estoy pensando. De verdad.)
Porque en el partido del Gobierno hoy ya debieron comprobar
el resultado que dio y sigue dando aquella experiencia de
pasar con suspensos, y que, lejos de estimular a los
alumnos, hizo que cada día, hasta hoy inclusive, estudiaran
menos, o nada, y podría dar cientos de nombres de esto a la
ministra.
En esto, hoy no entro en otras cosas, el PSOE se equivoca,
entra en una situación totalmente errónea, y comienza a
plantearse, con esta reforma, un auténtico torpedo a la
cultura del esfuerzo. Esto es programar para quienes no
quieren hacer nada.
Ahora mismo, como hay gente para todo, se tiene que plantear
el debate entre dos opciones, o dos alternativas:
1.- Subir el nivel que cada vez es más bajo.
2.- Favorecer que los alumnos aprueben, aunque no sepan.
Particularmente me inclino por la primera opción, con la
idea de inculcar a los alumnos una cultura del esfuerzo y
lograr una educación de nivel para competir con otros
países.
La segunda opción parece que es la del Gobierno, prefiriendo
que la mayoría de los alumnos termine los estudios pre
universitarios, siendo más permisivos.
A esto último yo añado, por mi cuenta, hacer ver al personal
que tienen un título, pero no aclarándole que es un título
de papel mojado, sin base de conocimientos.
El partido en el Gobierno vuelve a romper todos los esquemas
y hay que recordar que con la Logse, puesta en marcha por
ellos, la educación ha sido y es un desastre. Con esta nueva
aportación de Mercedes Cabrera ese desastre se quiere
superar.
La ministra Mercedes Cabrera explicó la reforma en la
Comisión de Educación del Congreso, y debió quedar muy
satisfecha, porque mirándolo con los “ojos progres” se
instaura así en el Bachillerato, que es de ¡¡ dos años!!, un
sistema similar al universitario.
Y ahora hay que pensar en el futuro y cómo van a ir a la
Universidad, que cada día está más devaluada, hasta el punto
de que carreras de cierta dificultad, como Matemáticas, que
debiera ser de 4 años, está convirtiéndose en que sean 7 los
años que un alto porcentaje de alumnos invierte para
terminarla. Este es un simple ejemplo, que debe conocer muy
bien la ministra.
La noticia, para mí perniciosa, no por la noticia en sí,
sino por lo que va a significar, no podía venir en mejor
momento, al principio de curso, para que los alumnos, con
este “aguinaldo anticipado” “empiecen esforzándose” y
estudien “más”.
Y ya para terminar, vamos a entrar en el primer curso en el
que, en algunos sitios, se impartirá la materia “Educación
para la ciudadanía”. Se va a impartir este curso en:
Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña,
Extremadura y Navarra. Las demás comunidades esperan ..., ya
veremos qué, y con esta asignatura, alguien me comentaba
hace unos días, “pasamos del catecismo del Padre Astete al
de ...”. Cada uno de ustedes ponga el nombre que crea más
conveniente.
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