En la mañana de ayer, el Juzgado de lo Penal Número Dos de
la localidad condenó a R.J a una pena de dos años y un día
de prisión por robar coches de forma reincidente. Se le
acusaba de haber intentado robar cuatro vehículos aparcados
en la zona de Maestranza. En los tres primeros casos el
acusado pudo hacerse con el botín y salir ileso, pero en el
cuarto, un cuidador de barriadas que trabajaba en la zona y
que conocía la actividad delictiva de R.J pudo denunciarlo a
tiempo para que los agentes de la Policía Local se
personaran en el lugar y lo atraparan.
El 'modus operandi' de este ladrón de coches era siempre el
mismo. Rompía el cristal derecho delantero de los vehículos
y robaba todo lo que los dueños se habían olvidado en el
interior de los coches.
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