O algo parecido es lo que hace
unos días se dio entre dos fuerzas responsables, o que lo
debieran ser, en la zona del Puerto de Ceuta.
El incidente, para mí muy grave, sucedía el pasado día 5 y
tuvo como protagonistas a miembros de la Unidad de
Intervención Rápida de la Policía Local (UIR) y la Policía
Portuaria.
Por mal camino vamos si se cruzan competencias, o si los
celos de unos o la superioridad aparente, de otros no hace
que el orden se establezca, partiendo de los miembros de
seguridad.
Es un palo duro que va a salpicar, que ya ha salpicado a la
Autoridad Portuaria y a la propia Ciudad Autónoma.
Pasaron casi ocho días desde el incidente hasta la reunión
que el pasado lunes tuvo lugar entre el Ejecutivo Autonómico
y la Autoridad Portuaria.
No debemos olvidar que ambas instituciones están muy cogidas
de la mano la una a la otra y que, en definitiva, la última
palabra la puede tener la propia Ciudad Autónoma.
Tras esa reunión, el presidente de la Ciudad, Juan Jesús
Vivas consideraba que era “ un hecho irresponsable, falto de
sentido común, pero al mismo tiempo puntual y lamentable que
no se volverá a repetir”.
Esta última afirmación debe llevarse a rajatabla, porque los
ciudadanos, que pagan con sus impuestos a los agentes de una
y otra institución, no pueden tolerar que ciertas fuerzas,
en vez mirar por la propia seguridad se enzarcen en líos
callejeros, que ni son propios de su entidad, ni sirven de
ejemplo para el mantenimiento del orden.
Y no defendemos, ni culpamos, a unos frente a los otros,
únicamente decimos que agentes del orden deben estar, muy,
por encima de “escarceos” callejeros, por ser suave en la
forma de llamar a un incidente como aquel.
El propio Juan Vivas decía algo más:” Los agentes de la
Policía Local han actuado, actúan y seguirán actuando en los
ámbitos susceptibles de ser calificados como espacios
públicos de dominio portuario”.
Está claro, por si alguien lo dudaba, que la zona del Puerto
ni es , ni va a ser de dominio exclusivo de la Policía
Portuaria, y la Policía Local, también, ahí tendrá sus
competencias. Pero ¡¡ojo!! Las suyas, porque las
competencias de cada cuerpo están establecidas y reguladas
legalmente.
En teoría, pues, cada uno debería saber el terreno que tiene
que pisar, y el momento o la circunstancia que tiene para
actuar.
Por esa reunión del lunes día 10, se reforzarán los
mecanismos de cooperación y colaboración entre las dos
fuerzas policiales.
Esto, es cierto, se muestra muy bonito, pero no parece que
la cosa vaya a ser tan fácil y, si no se actúa con energía,
este incidente del día 5 puede ser el punto de escape, para
el futuro, con dos fuerzas que “ no parecen marchar en muy
buena sintonía”.
Las palabras del presidente, siempre buscando que no llegue
“ la sangre al río”, son bonitas para verlas en la prensa,
para oírlas en la radio, pero él y yo sabemos que esto no se
puede solucionar con tan sólo amabilidad. Hay que ir más
lejos. El dice:” Hay que ser respetuosos con la ley y poner
en la acción cotidiana mucha responsabilidad, coherencia y
cooperación”.
Repito que todo parece muy bien, pero si no se actúa es un
simple brindis al sol.
Vivas habla de ser respetuosos con la ley y es que hay una
Ley Orgánica, 2/86 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que
determina las competencias en materia de seguridad,
cumplimiento de ordenanzas municipales y de tráfico.
Espero que se vean con claridad esas competencias. Juan
Vivas sabe que se ha encontrado con “un marrón” que él, ni
nadie más, esperaban, y por ello quiere dejar sentadas unas
bases claras:” Si la Policía Local no cumpliera con las
funciones atribuidas en la barrida de la JOP, sus residentes
estarían privados de un servicio fundamental, discriminados
con otros ciudadanos de Ceuta, cosa que no puede consentir
la ciudad”.
Ahí está el mensaje.
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