Menos mal a que aún hay partidos
por jugar y se pueden corregir los errores del sábado, pero
está claro que Luis Aragonés y su selección van dando tumbos
y no hay un partido, frente a equipos grandes o pequeños,
que salgan airosos, con buen juego y mejor resultado.
Nuestra selección marcha como los cangrejos, y de poco vale
escudarse en arbitrajes, que parece que sólo pitan mal
contra España.
El seleccionador, muy jaleado por ciertos sectores de la
prensa, ya debe ir cediendo su lugar a otro, pero a otro que
no esté acomodado y que tenga ilusión, algo más que el
propio Luis Aragonés que ya ha pasado por todo y pasa de
todo, salvo, claro está, de asegurar su contrato hasta el
final, porque sabe que ya no serán muchos los que vuelvan a
llamar a su puerta.
Ahora se habla constantemente de que está seleccionando a
los “jugones”, y no sé donde estuvo ese juego, porque el
pasado sábado no hubo nada que destacar, y únicamente vimos
desgana, y falta de capacidad para reaccionar, ante un
equipo que, en teoría, era muy inferior.
Al último mundial fuimos de carambola, después de jugarse el
todo por el todo, en dos o tres ocasiones. Se llegó a
Alemania, nos íbamos a comer el mundo y, al final, otra
decepción.
Ahora la Eurocopa se presenta complicada, es cierto que
España depende de ella misma, pero no menos cierto es que,
si no se juega de una forma muy distinta a como se jugó el
sábado, nos volveremos a ver metidos en el terreno de la
incertidumbre.
Con la selección A, o como queramos llamarla, no logramos
una satisfacción de verdad nunca, y eso que a lo largo de
los últimos cincuenta años, de antes yo no me puedo acordar,
casi siempre hemos tenido jugadores de primerísima fila en
el combinado nacional: Di Stefano, Kubala, Gento, Luis
Suárez, Amancio, Pirri, Butragueño, Rexach, Santillana,
Raúl, Gordillo ..., y un largo etc., pero todos y cualquiera
de ellos se lucían y brillaban en sus equipos, pero al
vestir la camiseta nacional se olvidaban o eso parecía, de
jugar.
En cuanto a seleccionadores, también hubo grandes técnicos y
únicamente Pepe Villalonga logró una Eurocopa, o como se
llamara entonces, que se jugó en España y con tan sólo
cuatro participantes en nuestro país, en aquella fase final:
España, URSS, Hungría y Dinamarca.
Los demás técnicos han pasado con más pena que gloria:
Helenio Herrera no hizo nada, Pedro Escartín, idem de lo
mismo, Pablo Hernández Coronado, tampoco hizo nada; con
Miguel Muñoz llegamos a la final de una Eurocopa que se jugó
ante Francia, pero el gol que se tragó Arconada nos dejó con
la miel en los labios. Y ya en los últimos tiempos,
Clemente, Camacho y Luis Aragonés ganaron en “los mercados”,
pero cuando llegaba la “feria”, otra vez de vuelta a casa.
Desde luego, en el encuentro del sábado, no sé si merece la
pena haber perdido una jornada liguera, porque para lo único
que ha servido el encuentro de España ha sido para que los
pocos aficionados que seguían al equipo español “se borren”
de la selección y prefieran otros clubes o, tal vez, otras
manifestaciones deportivas.
Son varios los encuentros que faltan por disputarse y España
puede clasificarse, eso sin ninguna duda, pero para ello,
hay que repetirlo, tendrán que jugar de verdad, en vez de
salir a pasear y a sumar una internacionalidad más, que es
lo que se viene haciendo.
El mal resultado de España, en la última confrontación, ha
vuelto a abrir el debate de si Raúl es necesario o no en la
selección. Aquí hay opiniones para todos los gustos, y no
creo que ahora sea imprescindible, como tampoco creo que en
su momento, hace un año, fuera un estorbo.
Raúl es un jugador de primera fila, muy castigado por los
muchos partidos disputados en competiciones comprometidas.
Su presencia da seguridad, tranquilidad, experiencia y
veteranía, cosa que parece que no valora el seleccionador,
que de joven tampoco tiene mucho, porque los años ya le van
pasando factura.
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