La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
sentó ayer en el banquillo de los acusados a R.A.M por un
delito de blanqueo de capitales. Los hechos delictivos que
se le atribuyen están enmarcados en lo que la Policía
bautizó como ‘Operación Marina’. Una actuación de gran
envergadura, llevada a cabo entre los años 1998 y 2001,
contra las redes dedicadas al narcotráfico con actividad en
la ciudad autónoma. Durante esta operación, la Policía
intervino más de 200 embarcaciones “semirígidas” en su
mayoría, presuntamente utilizadas para el traslado de
sustancias estupefacientes hasta la península.
Al acusado se le imputaba el hecho de poseer un vehículo
BMW, una embarcación de recreo y varios inmuebles, pese a no
contar con ningún tipo de empleo ni de ingreso económico
oficial. Sin embargo, el propio acusado y su hermano,
llamado como testigo a la vista oral, pudieron explicar que
todos estos bienes son “regalos de la familia”. “Mi hermano
es quién precisamente me da una cantidad económica cada dos
días para mis gastos particulares, porque yo no trabajo y
quién me regaló la embarcación al salir de mi tratamiento de
desintoxicación para que me entretuviera”, matizó R.A.M ante
las preguntas del Tribunal.
Por otro lado, agentes de la Guardia Civil y del servicio de
vigilancia Aduanero pudieron ratificar además el alegado del
letrado de la defensa, en relación a la utilización de las
embarcaciones de recreo, con tan sólo 48 caballos de motor,
para el tráfico de sustancias estupefacientes.
“Normalmente, las embarcaciones de recreo no pueden navegar
a mas de 2 millas de la costa y tendrían que contar con una
mar muy en calma para poder atravesar el Estrecho”, explicó
uno de los agentes de la Guardia Civil, y añadió, “las
embarcaciones utilizadas para el narcotráfico son
normalmente, semirígidas y con motores muy potentes”.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de 6 años de prisión
pra el acusado, el letrado, por su parte, sentencia
absolutoria. El juicio quedó visto para sentencia.
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