Pasadas las tres de la tarde de ayer, y tras la entrega del
trofeo al ganador de la segunda etapa, el Ason/Visión de
Diego Fructuoso, los nueve barcos supervivientes de la
Vuelta a España a Vela soltaron amarras en el puerto
malagueño para comenzar la tercera travesía de la ronda
española. Ésta, de 190 millas de longitud, llevará a las
embarcaciones de Málaga hasta Cartagena (Murcia) en la etapa
más larga de toda la VEV.
La fuerza del viento, de seis nudos de intensidad y de
componente nordeste, empujó durante la tarde de ayer a las
embarcaciones hasta el Cabo de Gata almeriense, primer punto
de encuentro de la etapa, y que los navegantes dejaron atrás
durante la pasada madrugada.
La de ayer fue la primera de las dos noches de navegación
que los tripulantes pasarán a borde de sus RO 340, algo que
refleja a la perfección el grado de dureza de esta prueba.
Así lo confirmó antes de zarpar el patrón del Teleno, Javier
Catarralá. “Son muchas millas, con navegación de noche
también, y hay que estar permanentemente atentos. Estamos
muy igualados y no se puede bajar la guardia. Esta etapa
será una verdadera prueba de resistencia”, aseguró.
Por su parte, el vencedor en Málaga, el murciano Diego
Fructuoso, manifestó su especial interés y el de su
tripulación por ganar en casa. “Esta es la etapa que más nos
gustaría ganar y pelearemos por ello”, advirtió al resto de
competidores.
“Conocemos el medio, es verdad, pero eso no garantiza nada.
Lo que sí es cierto es que podemos ganar tiempo porque
conocemos la costa y sabemos cómo se comportan los vientos y
las corrientes”, expresó el actual líder de la clasificación
de la VEV acerca de sus posibilidades de vencer en aguas
cartageneras.
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