El Ministerio de Medio Ambiente presentó en la última
Conferencia Sectorial el Programa de Acción Nacional contra
la Desertificación (PAND) a las comunidades autónomas. La
Administración General del Estado pretende coordinar todas
las acciones contra este problema del mismo modo que se está
haciendo en materia de incendios forestales. Los técnicos de
la Sociedad Municipal de Obras y Medio Ambiente de Ceuta (OBIMASA)
realizan un pronóstico favorable en Ceuta, donde existe una
“buena cubierta forestal”.
Desde la empresa municipal explican que la desertización que
puede afectar a la ciudad autónoma no se debe entender como
la constitución de zonas extremadamente áridas sino como
áreas erosionadas. Las zonas más sensibles desde este punto
de vista son las laderas sur del Campo Exterior, las
popularmente conocidas como ‘Curva de la Viuda’ o ‘San
Francisco de Asís’ así como determinados puntos cercanos al
embalse del Renegado, por la “falta de cobertura vegetal”,
según los técnicos de Obimasa.
Los parámetros climatológicos son factores esenciales para
precipitar el desarrollo de la desertización y en Ceuta
predominan las mismas condiciones que en la cuenca
mediterránea, es decir, escasas precipitaciones que caen de
manera torrencial en épocas muy concretas del año. Si a
nivel nacional, los grupos ecologistas consideran este
programa “descafeinado” por sus múltiples objetivos
generales y su falta de medidas concretas, los colectivos
locales ya han manifestado sus dudas sobre la financiación y
las acciones “reales” que se han llevado a cabo desde la
Consejería de Medio Ambiente para prevenir la desertización.
Inundaciones
El Ministerio de Medio Ambiente está elaborando una
cartografía de zonas inundables en todo el territorio
español. En este sentido, los técnicos de Obimasa señalan
que estos trabajos se centran en zonas de riesgos de “cierta
superficie”, como vegas o áreas en las que discurren grandes
ríos. Ambas características no se cumplen en el caso ceutí,
así que puntualizan desde Obimasa que las inundaciones que
se dan en la ciudad tienen un carácter “muy puntual”, debido
en gran medida, al clima mediterráneo que desemboca en
precipitaciones muy abundantes.
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