Objetivo cumplido. Un centenar de personas y veinte barcos
completaron en la mañana de ayer la distancia entre Estepona
y Ceuta en la primera singladura de la Ruta de los Fruteros.
Una travesía que sirvió para reverdecer las vivencias y
rendir homenaje a los navegantes que desde el siglo XVI
comerciaban con fruta y otros productos entre la Costa del
Sol y el norte de África, impulsando con su esfuerzo el
crecimiento económico de ambas zonas costeras.
“Es un orgullo homenajear así a la gente que hasta la década
de los sesenta estuvo navegando entre ambas ciudades.
Nosotros conocemos gente, familiares y amigos, que vivieron
en sus propias carnes esta experiencia y es un honor para
nosotros repetirla”, aseguró Enrique Vallejo, presidente del
CN Estepona, el organizador del evento.
En la mañana de ayer todas las embarcaciones inscritas en
esta iniciativa zarparon de la localidad malagueña para,
navegando en conserva (agrupados para socorrerse y
defenderse, tal y como hacían antiguamente los barcos de la
ruta) poner rumbo a la Ciudad Autónoma.
Para Vallejo, el resultado de esta loable iniciativa fue
“inmejorable”, ya que superó con creces todas las
expectativas previstas en cuanto a número de participantes.
Tanto es así, que el presidente del CN Estepona ya se
planteó ayer la posibilidad de continuar enlazando antiguos
destinos de la ruta de los fruteros como Nador o M´diq hasta
recuperar por completo la antigua ruta comercial. El próximo
reto de los malagueños podría ser (previsiblemente en el
próximo mes de marzo) cubrir la distancia que separa Ceuta
de M´diq. En esta travesía, a los de Estepona podrían unirse
distintos barcos de miembros del CAS ceutí, como fruto del
clima de hermanamiento y amistad reinante entre ambas
entidades.
Unas magníficas relaciones renovadas en la cena de
confraternización de ayer en las instalaciones del CAS. En
ella, el presidente del club caballa, José Morilla, expresó
su voluntad “de revitalizar” la ruta, así como su deseo de
devolver lo antes posible la visita a los malagueños.
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