Un total de sesenta delfines han fallecido en la costa de
Ceuta en los primeros ocho meses de 2007 por un virus de
carácter epidémico que ya asoló la ribera mediterránea
española a principios de los años noventa. El
‘morbillivirus’ provocó hace una década unos índices de
mortandad masivos entre estos cetáceos, llegando a diezmar
de forma radical la población de estos animales en el
Estrecho. La reaparición del germen en los últimos meses ha
activado las redes de alerta de varamientos del Ministerio
de Sanidad que ya ha dado la voz de alarma entre las
comunidades implicadas. “En casos más graves podría afectar
al hombre”, sentencia el veterinario Álvaro García de los
Ríos.
Al ser humano y al calderón común. Por esta razón, la
Consejería de Sanidad de Ceuta se ha implicado en la
investigación estatal que ha convocado a las regiones
afectadas el próximo día 13 en Madrid para elaborar las
directrices de trabajo. En ese encuentro, al que asistirá
García, se analizarán las medidas a tomar en un caso que
indica el principio de la epidemia.
Las dimensiones de la investigación son tales que el Estado
ha llamado la atención también a organismo internacionales,
especialmente del área mediterránea, para que activen las
alertas. “La cuestión es grave y la Sanidad Pública se ha
interesado por el tema, en Ceuta el ‘morbillivirus’ es un
viejo conocido”, apunta el veterinario.
Origen humano
Lo más grave de la cuestión es que el origen del virus se
sabe que es humano. Las redes de saneamiento de las ciudades
y la contaminación de los barcos han sido las causantes del
desarrollo del bacilo. “Los científicos conocen donde surge
el germen, pero aún están estudiando la vacuna, por eso es
peligroso, porque si muta y se vuelve más dañino podría
afectar al hombre”, explica.
Por ahora, las comunidades asoladas por el ‘morbillivirus’
están enviando las investigaciones particulares a un
laboratorio común en Las Palmas de Gran Canaria. “Hay una
necrosis reglada que estamos siguiendo en casos
sospechosos”, concluye.
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