Desde que se iniciaran los
trabajos de redacción del futuro Estatuto de Autonomía en la
Comisión de Presidencia muchas han sido las criticas
vertidas desde la principal formación política de la
oposición, la UDCE de Mohamed Alí incluso, la retirada de
dicha Comisión y de todos los actos institucionales
organizados por la Asamblea.
Primero fue la intención de estos de solicitar la inclusión
de un artículo reconociendo la cooficialidad del árabe.
Planteamiento que obvia el artículo 3, punto 1 del Título
Preliminar de la Constitución Española que textualmente dice
"El castellano es la lengua española oficial del Estado.
Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el
derecho a usarla.
Argumentado todo ello en el altísimo índice de fracaso
escolar existente en un determinado colectivo obviando todas
las recomendaciones emanadas desde diferentes autoridades
educativas, profesionales de la enseñanza y organizaciones
representativas.
Posteriormente y, dentro de la Comisión de Presidencia, los
enfrentamientos continuos con su anterior Presidente por
parte de los representantes de esta formación política,
insultos, calumnias y finalmente, salida de la UDCE y PDSC
de la Comisión de Presidencia justificada con ilógicos
razonamientos.
Ahora, que iniciamos una nueva legislatura, volvemos a
encontrarnos en la misma situación. Críticas insostenibles e
irracionales antes de reanudar los trabajos de redacción de
un muy necesario Estatuto de Autonomía. Exigencias de una
formación que demostró su interés abandonando la Comisión
encargada de elaborar el nuevo documento.
Muchas dudas nos asaltan pero quizás, la más preocupante
sería pensar en que existen personas interesadas en la
marroquinización de nuestra ciudad para alcanzar, en un
futuro no muy lejano, la anexión al reino de Marruécos y por
ello, el planteamiento de toda una batería de problemas.
En definitiva, el tan ansiado acercamiento a posturas más
centristas esgrimidas últimamente por los dirigentes de la
UDCE parece que no se producirá y volveremos a presenciar
las mismas reivindicaciones, crispaciones y enfrentamientos
de épocas pasadas llegando incluso a posturas mucho más
reaccionarias.
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