A los que nos gusta el ciclismo, por haberlo seguido durante
muchos años, unas veces como informadores y otras muchas
como simples espectadores, nos duele que un deportista,
sobresaliente en su modalidad, no pueda asistir a un mundial
en el que podía hacer un papel digno, si es que no
sobresaliente.
Es el caso de Valverde, al que la organización alemana,
desde hace tiempo, y la UCI, en los últimos días, impide
definitivamente que forme en el combinado español, por ser
uno de los que estuvo “tocado” en la Operación Puerto.
Me duele por el deportista, si es que él no hizo nada
ilegal, pero si con esto se va descubriendo a los
“mamarrachos” que han vivido como Dios haciendo barrabasadas
con los deportistas, en ese caso ya se podría aportar algo
más para limpiar a toda esa banda que se quiso hacer con la
exclusiva del ciclismo profesional, arrinconando a otros que
tenían menos “posibles”, para competir y para tener a los
mejores “médicos arregladores” de rendimiento.
Lo malo de todo esto es que el nudo gordiano, que ataba y
sigue atando el mundo del ciclismo profesional, no ha sido
cortado de un tajo, sino que se va intentando desatar y
analizar por la parte más débil, por la del deportista, que
ha sido tratado como una mercancía más, y al final es quien
paga, cuando la culpa, si hay culpables es de otro.
Y en el caso de Valverde, personalmente, no creo que esté
involucrado él en ningún tipo de trampa, porque con la clase
que tiene y el poderío que ha demostrado, si hubiera
recibido alguna ayuda “extra” podría haber logrado ya una
serie de triunfos que no ha logrado.
La UCI, desde mi punto de vista, no ha querido mirar para
otro lado, cuando una organización seria, la alemana lo va a
ser, ha sugerido inicialmente, y ha forzado, al final, a que
no participe nadie sospechoso, o que huela a algo que podría
ser sospechoso.
En principio, los alemanes se juegan mucho en el envite,
porque su mundial se puede ver privado de muchos ciclistas
que, si están en “cuarentena” de cualquier sospecha, no van
a poder rodar en el circuito del mundial de este año.
Por tanto, los germano, en principio, prefieren la limpieza
a secas, antes que la parafernalia y el boato de tener lo
mejor, aunque estuviera embarrado o salpicado de barro por
algún lado.
Yo que soy “alérgico” a todo lo que huele a trampas de ese
tipo en el deporte, alabo la actitud de limpieza que quieren
los alemanes en su Mundial de Ciclismo. Lo malo de esto es
que esa limpieza no se dé de la misma forma en los demás
deportes, en Alemania y en todos los países, para evitar que
sea el ciclismo el “patito feo” del deporte, mientras que en
otras modalidades deportivas, que ganan mucho más y que no
tienen ni la décima parte del trabajo, se ayudan con ciertos
médicos, verdaderos brujos de los potingues, y las
autoridades deportivas nacionales o los organismos
internacionales, hacen la vista gorda para no matar la
gallina de los huevos de oro.
El ciclismo lleva diez años como si fuera el deporte
maldito, y es cierto que ha habido varias desapariciones más
que sospechosas por haber usado productos que terminaron con
ellos, pero que nadie me venga ahora con la pureza de otros,
cuando todos sabemos que hay preparaciones, incluso a media
temporada, en las que aparecen síntomas que no son de
haberse tomado un yoghourt precisamente.
Yo no quiero ni pensar en el escándalo que se armaría si
ante una fase final del Campeonato Mundial de Fútbol, a
Brasil, por ejemplo, se le privara de dos o tres jugadores
por una supuesta posibilidad de algo prohibido. Eso sería un
mundial fracasado, de antemano. Y lo mismo digo si en la
Eurocopa del próximo año se dijera que los jugadores de tal
o cual equipo de España no podían asistir porque un médico
determinado, experto en potingues de máximo rendimiento, los
ha llevado durante toda la temporada. Nadie toleraría eso y
hay casos que podían ser tan sospechosos como lo quieren que
sea el ciclista Valverde.
Y voy más lejos, Alemania hoy no tiene ningún ciclista que
brille a la altura de poder ser Campeón del Mundo. ¿Si lo
tuviera se habría atrevido a solicitar para él lo mismo que
ha hecho con Valverde?.
Y en cuanto a la UCI es un grupo de “peleles” que están en
manos de la organización del Tour de Francia, con lo que la
presión de los franceses, que no se comen una rosca desde
hace años, y lo que han presionado ahora también los
alemanes han terminado por romper la cuerda por la parte más
débil, el ciclista.
Y a todo esto ¿Qué dice la Federación Española de Ciclismo?
¿Va a presentar equipo?. Si lo presenta está aceptando
implícitamente los cargos que se le imputan al corredor, y
por tanto sería una incongruencia que le dejaran correr la
Vuelta a España, que acaba de comenzar, y si está al lado
del corredor y Valverde es uno de los que selecciona el
técnico, la cosa la tendría clara:” A España le hace el
equipo para el Mundial nuestro seleccionador, nadie más”.
El mes de septiembre puede estar calentito.
|