Como veíamos ayer estos dos
partidos de corte islamista, ‘Albadil Alhadari’ y
‘Renacimiento y Virtud’, compiten entre sí y contra el
mayoritario y dominante ‘Partido de la Justicia y el
Desarrollo” (PJD). Si ‘Albadil Alhadari’ podemos situarlo
claramente a la izquierda del PJD, las señas de identidad
del “Partido del Renacimiento y la Virtud’ pasarían por un
programa en principio más “liberal” que los, en ocasiones,
mensajes alternantes del PJD, en cuyo discurso oficial no es
fácil distinguir a veces la aportación más centrada del
partido en sí de la de su corriente mayoritaria, el MUR
(‘Movimiento de Unidad y Reforma’), en cuya órbita se
movería el núcleo duro del mismo.
Fruto precisamente de esas sutiles pero latentes
contradicciones uno de los históricos dirigentes del PJD,
Mohamed Khalidi, abandona la formación fundando el 25 de
diciembre de 2005 en el complejo deportivo “Mulay Rachid” de
Bouznika el nuevo partido político, cuyo registro legal fue
presentado apenas un mes más tarde, el 19 de enero de 2006.
Su principal referente ideológico, en palabras de sus
dirigentes, “es el Islam, no solamente como una compilación
de principios, sino también como un conjunto de valores
eternos que deben de ser actualizados por el bien del
hombre” (sic). Khalidi logra aglutinar a su alrededor un
conjunto de cuadros descontentos de otros partidos políticos
(del PJD mismo, Istiqlal y RNI, principalmente), con los que
intenta poner en marcha “una nueva cultura política en el
marco específico de la referencia islámica, con un juego de
modernización y democratización”. En la importante
circunscripción electoral de Anfa-Casablanca la
incorporación al partido de un conocido y controvertido
predicador, Abdelbari Zenzami, levantó una polémica interna:
en ausencia de Khalidi, varios líderes del partido se
reunieron de forma atípica en nombre de la secretaría
general recusando la acreditación para las elecciones de
Zenzami, antiguo militante de la “Chabiba Islamiya”, llamado
a batirse electoralmente en el distrito de Anfa con el
‘Partido de las Fuerzas Ciudadanas”, aliado táctico del PJD.
La nueva formación de Khalidi consiguió también
representantes de sonoro apellido en otras importantes
ciudades del país: es el caso de Ibrahim Kamal y, sobre
todo, de Hamza Kettani (hermano de uno de los presuntos
“emires ideológicos” del salafismo yihadista actualmente en
prisión, Hassan Kettani), quien lidiará su escaño en la
capital del país, circunscripción de Rabat-Chellah. Estos
días el mismo Khalidi está toreando algunos problemas con
los que parece haberse encontrado, a última hora, en la
capital oriental de Marruecos, Oujda, ciudad cercana a la
siempre sensible frontera con Argelia. Como aportación
electoral novedosa, Halidi y los suyos reclaman una cuota
específica para los ulemas en el Parlamento, iniciativa que
guarda cierta similitud por la planteada en abril del 2006
por los izquierdistas del ‘Partido por el Progreso y el
Socialismo” (PPS), de Mulay Ismail, que habían propuesto
integrar a los ulemas en la “Kutla” junto a representantes
de la comunidad judía de Marruecos, en todo un ejercicio de
talante.
Ayer sábado el ‘Partido de la Justicia y el Desarrollo’
celebró a las 17.00, hora local, un importante mitin
político en el “Cine Monumental” de Tetuán, rebosante de
público y en el que se pasó revista al programa electoral a
cargo del cabeza de lista por la capital de la Yebala, Amín
Boujoubza, acompañado de otros tres candidatos locales y de
Fátima Bellhasen, activa política tangerina que va en la
segunda posición en la Lista Nacional de las Mujeres.
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