El consejero de Presidencia de Melilla, Abdelmalik El
Barkani, fue ayer el protagonista de los actos paralelos al
Día de Ceuta, al inaugurar las exposiciones que el museo de
las Murallas Reales acogerá hasta el 30 de septiembre.
Acompañado de la consejera de Cultura, Mabel Deu, realizó un
recorrido por las salas del histórico espacio donde han
instalado las vitrinas con las piezas de ‘Las joyas del Rif’
y sobre cuyas paredes cuelgan las fotografías de la muestra
‘Melilla monumental y modernista’.
Una vez dada la bienvenida oficial, El Barkani agradeció la
elección de la ciudad hermana como primera localidad
partícipe en la celebración del 2 de septiembre, símbolo del
nuevo formato de la festividad. Como respuesta, Melilla
eligió esta triple exposición, en las que se refleja el
carácter “intercultural”, de la ciudad.
“Hay pocas diferencias con Ceuta, a excepción de los
edificios modernistas, que tiene pocos, el resto del
patrimonio y los recintos históricos son muy similares”,
valoró el titular de Presidencia quien aprovechó la
coyuntura para recordar la aspiración melillense de
convertirse en Ciudad Patrimonio de la Humanidad, con el
apoyo de la Unesco Mundial. Y es que ha sido precisamente el
valor multicultural de la ciudad autónoma, la razón que ha
impulsado al Gobierno de Imbroda a solicitar el título de
protección del entorno. “Lo digo porque son dos ciudades muy
parecidas con sus pocas diferencias”, apuntó El Barkani al
hablar de dos localidades entre las que “si no hay gran
diferencia, son prácticamente idénticas, sino similares”,
subrayó.
Joyas rifeñas y fotos
El primer paseo por el museo de las Murallas Reales abarcó
la muestra de ‘Las joyas del Rif’, propiedad del profesor
melillense Claudio Barrio, amante de las costumbres y
cultura de la zona. Una exposición de piezas elaboradas por
orfébres y plateros judíos para mujeres bereberes, en un
mundo cristiano que empleaban técnicas, heredadas de Al
Andalus, que estaban impregnadas de la simbología esotérica
con una función apotropaica (para alejar los maleficios).
Las principales cualidades que se le atribuían eran: La
prevención del mal de ojo, propiciar la fertilidad, fomentar
los buenos augurios y evitar que se acercasen los demonios.
Este inmenso valor revertía en el concepto social de las
piezas que, al igual que los vestidos, servían para
identificar a los miembros de una misma cabila, por lo que
la ornamentación personal informaba del origen social y
geográfico del individuo, más teniendo en cuenta que las
obras en plata integraban el grueso de la dote.
Pasadas las vitrinas de ‘Las joyas del Rif’, El Barkani y
Deu alcanzaron las fotografías que constituyen la exposición
de ‘Melilla monumental y modernista’, en la que, a través de
la plaza de España, ‘Melilla, la vieja’ y la plaza de toros,
entre otros espacios emblemáticos, la ciudadanía ceutí podrá
conocer los puntos de interés de una ciudad con la que
comparte tantos lazos.
Un amplio número de imágenes actuales de la ciudad autónoma
en las que pudieron observar algunos de los elementos
patrimoniales más representativos de Melilla. Edificios que,
según indicó el consejero de Presidencia de la vecina
localidad, componen el referente barcelonés del legado que
dejó el arquitecto catalán Enrique Nieto, colaborador de
Antonio Gaudí en la Casa Batlló y en la Casa Miró. Un cúmulo
de inmuebles que sitúan a la ciudad como el primer registro
modernista africano.
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