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El delegado del Gobierno en la
ciudad autónoma, Jenaro García Arreciado, escogió su
comparecencia de ayer, con la que dio oficiosamente por
iniciado el nuevo curso político en la institución de la
Plaza de los Reyes, para apuntar y dar a conocer un buen
número de buenas noticias para Ceuta y para sus vecinos.
Para los ceutíes en tanto que el motivo inmediato que
propició la comparecencia del onubense fue la firma del
acuerdo definitivo con la Administración local para cerrar
el convenio con el Ministerio de Trabajo que conllevará la
llegada de dos millones de euros más para programas
financiar programas de asistencia social, incremento
presupuestario que beneficiará directamente a las distintas
asociaciones locales que en se ámbito colaboran con la
Ciudad Autónoma.
Las buenas nuevas, siempre y cuando se cumplan las
previsiones de Arreciado, que no siempre lo han hecho, se
refieren a las múltiples infraestructuras que la
Administración General del Estado ha iniciado o piensa
construir en Ceuta. El nuevo cuartel de la Guardia Civil,
del que según el delegado ya existe un anteproyecto en manos
de Interior; la selección definitiva del antiguo cuartel de
Ybarrola para instalar allí la nueva Jefatura Superior del
Cuerpo Nacional de Policía; las gestiones en marcha para
hacerse con los terrenos necesarios para construir la
necesaria nueva cárcel y el compromiso de que las consultas
externas del nuevo hospital comiencen a funcionar a
principios de 2008 fueron los temas más sobresalientes a los
que se refirió.
Nuevas instalaciones para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado; nueva cárcel y nuevo hospital. Son tres pilares
necesarios para asegurar el desarrollo equilibrado de la
ciudad y, aunque deberían haberse construido o planeado
antes para no sufrir las carencias actuales, ahora que por
fin parecen en marcha el Gobierno debe asegurarse a través
de su delegado de que no sufran demoras injustificadas. Y
Arreciado, a su vez, debe mantener la reivindicación de
nuevas infraestructuras necesarias para la ciudad y sus
vecinos como los nuevos centros educativos largamente
demandados y ser no sólo un delegado del Gobierno en Ceuta,
sino también un portavoz de Ceuta y de los ceutíes ante el
Ejecutivo de la nación.
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OPINIÓN / EDITORIAL
