Juan José Imbroda volverá mañana a Ceuta oficialmente tras
la petición del gobierno autónomo local con motivo del Día
de la Autonomía en el que Melilla es la región invitada, en
esta ocasión, en la especial jornada de marcado corte
institucional que se vivirá mañana 2 de septiembre.
Ambos presidentes autonómicos del Partido Popular se
caracterizan por la defensa a ultranza de los intereses de
sus respetivas regiones, si bien es cierto, que en ambos las
diferencias de formas marcan distintos estilos en el
desarrollo de estrategias comunes en la búsqueda de
objetivos iguales.
La unidad de acción, la unidad entre ambas autonomías frente
al poder estatal en demandas políticas comunes, es un
acierto pese a que, hay que entenderlo, Ceuta y Melilla no
son tan iguales como se pudiera creer.
Aún así, sí hay igualdades y similitudes que pueden ser
defendidas desde la unidad de un frente común. La
extrapeninsularidad, el Régimen Económico y Fiscal, la
relación con el Estado y con Bruselas, el Estatuto de
Autonomía que las encorseta diez años después...
Objetivos comunes para la consecución de una evolución
sociopolítica y económica que ha conseguido unir a las dos
ciudades ante la ‘pelea’ estatal en un frente único que ya
ha intentado ser varias veces dinamitado aprovechando,
precisamente, las notables diferencias que adornan en cuanto
a la personalidad y modo de hacer de ambos presidentes.
Juan José Imbroda se muestra siempre duro, vehemente, a
veces instigador y haciendo gala permanentemente de su
militancia política aunque con Melilla siempre en el
entrecejo.
Por su parte, Juan Jesús Vivas se caracteriza por la
moderación, por la huída de los conflictos “porque con eso
no se ayuda a Ceuta”, recuerda permanentemente, y haciendo
gala de incansable ceutismo y de lealtad institucional sin
menospreciar, no obstante, cualquier oportunidad con la que
‘socarronamente’ pueda ‘pintar’ un traje a la oposición o,
incluso, a los dueños coyunturales de los designios del
Estado. Eso sí, sin bravatas y sin mucho ruido; al estilo
Vivas
Son dos modelos diferentes en dos presidentes del Partido
Popular que gobiernan en las dos únicas ciudades autonómas
concebidas en España tras una parida de las Cortes sin
muchos dolores de cabeza, hace ya algo más de una década.
Con la tercera legislatura por montera y con el respaldo de
la amplísima mayoría de los ceutíes en el caso de Vivas y de
la mayoría, a secas, en el caso de Imbroda, navegaron con
viento de popa durante los gobiernos de José María Aznar
tras reponerse del ‘break’ gilista cuyo tumor logró cruzar
el Mediterráneo.
Conocida, tras la ‘cirugía’ política, el diagnóstico por el
que enfermaron ambas ciudades, el gobierno del Madrid se
volcó literalmente con Ceuta y Melilla con un empuje tan
fuerte que Juan José Imbroda y Juan Jesús Vivas
respectivamente aún mantienen el equilibrio sobre la
metafórica tabla surfera en la ola nacida de la Moncloa
Aznarista.
Con el cambio de gobierno central, Imbroda y Vivas, Vivas e
Imbroda tratan de afrontar la ‘resaca’ que les supone el
Ejecutivo de Zapatero en espera de una nueva ‘ola’, quizá la
que pudiera llegar tras las Generales, o no.
|