Los voluntarios de Cruz Roja de la playa del Tarajal se
encontraron ayer con un extraño caso médico. Un hombre de
mediana edad, “casi desfallecido por el dolor”, según
informaron los propios voluntarios, necesitó atención
médica, no sólo de primera instancia, sino también, ser
trasladado hasta el centro sanitario del Ingesa porque
presentaba una cadera rota.
El hombre llegó al puesto de los voluntarios conduciendo su
propio vehículo y acompañado por su mujer, por lo que en un
primer momento, los sanitarios pensaron que se trataba de un
golpe de calor. Pero ésta, muy alterada por lo sucedido,
pronto les explicó lo sucedido. Su marido había hecho el
camino desde Chaouen hasta Ceuta, más de dos horas de
recorrido, sin parar, para poder ser atendido médicamente en
la ciudad autónoma.
El fuerte dolor que le provocaba la cadera rota era el
motivo del casi desfallecimiento del conductor.
Los voluntarios avisaron al 061 para que recogieran al
paciente y lo trasladaran hasta el hospital. Éstos aún no
pueden creer lo sucedido y es que no entienden como el
conductor pudo aguantar “tanto dolor” durante más de dos
horas de camino sin parar.
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