Una de las alternativas con las que más disfrutan los
jóvenes durante la temporada estival es la que tiene lugar
en los campamentos de verano. En ellos chicos y chicas de
diferentes edades participan en un sinfín de actividades
durante varios días en los que los monitores tratan de
combinar los juegos, la diversión y el ejercicio físico con
iniciativas que persiguen la implantación de valores entre
los jóvenes.
El último campamento de verano entre los tres ofertados por
la Ciudad Autónoma a través de la Casa de la Juventud, ha
comenzado esta semana en el complejo rural Miguel Luque y se
extenderá hasta el próximo sábado. En este campamento 41
niños con edades comprendidas entre los 9 y los 14 años
disfrutarán de las actividades multiaventura propuestas por
los cinco monitores encargados de su cuidado.
La coordinadora del campamento, Lorena Mellado, describió el
contenido de las actividades que realizan los jóvenes día a
día y explicó que por la mañana llevan a cabo talleres
multiaventura en los que los participantes practican rappel,
tiro con arco, juegos multiaventura y de orientación.
Noches temáticas
Por las tardes, según relató la coordinadora, “nos dedicamos
a la realización de juegos de valores en los que se tratan
la solidaridad, los malabares y también cuestiones de
animación”. Además, Lorena Mellado explicó que para las
noches preparan temáticas diferentes: “La primera noche fue
la presentación para que los niños se conocieran entre sí,
el segundo día tocó la noche italiana en la que les pusimos
pruebas atrevidas para que se tuvieran que manchar y
experimentaran la suciedad y para la noche de hoy tenemos
preparada la noche del miedo”. Además, Mellado adelantó que
“para una de las últimas llevaremos a cabo la noche cubana
que resulta muy divertida para ellos”. La última noche
celebrarán una gala final en la que se elegirá a una miss y
a un míster y también se otorgarán un premio naranja y un
premio limón. Además de estas actividades los niños realizan
senderismo, kayac y excursiones al pantano, donde habrá una
yinkana, piraguas y una competición de todos los talleres
que han desarrollado durante estos días.
Sin parar
La coordinadora del campamento multiaventura destacó que
“todos los niños responden muy bien, quizá los primeros días
lo notan más y algunos de ellos lloran porque son pequeños y
echan de menos a sus padres, pero se lo pasan en grande y no
paran en todo el día”. Por otra parte, según explicó Lorena
Mellado, “este tipo de campamentos persiguen el objetivo de
que los niños conozcan gente, que sean capaces de estar
solos y que aprendan a desprenderse de sus padres en cierta
manera”. Además, la coordinadora añadió que “se trata de una
convivencia y también intentamos que sean capaces de hacer
una cama ellos solos y de compartir sus cosas”.
En cuanto a la actitud de los padres mientras sus hijos
disfrutan en el campamento, la responsable manifestó que “lo
llevan muy bien y por el momento están llamando poco”.
Finalmente, la encargada declaró que “previamente al
comienzo del campamento mantuvimos una reunión con los
padres en la que se les explicó todo lo que los niños
necesitaban, las actividades que iban a realizar, las
comidas y también les dimos números de contacto para estar
localizados en caso de que hubiera cualquier problema”.
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